Ni un verano tranquilo para Vueling. La aerolínea de bajo coste había conseguido capear las tensiones que amenazaban al sector y hasta ahora operaba con práctica normalidad frente a otras compañías como Easyjet, Ryanair o Lufthansa, que se habían obligado a cancelar centenares de vuelos por falta de personal y huelgas. La organización teme ahora verse afectada por esta oleada de protestas tras la amenazada de los tripulantes de cabina (TCP), que amenazan con paros en plena negociación del nuevo convenio colectivo.