La bajada del IRPF anunciada por el presidente valenciano Ximo Puig para este año para las rentas de menos de 60.000 euros por la inflación también supondrá incrementar dar un nuevo giro de tuerca a la presión fiscal en las rentas más altas el próximo año. El líder socialista ha cedido a las demandas de sus socios de Compromís y Unidas Podemos que para aplicar esta rebaja insistían en aumentar los ingresos procedentes de quienes tienen mayor renta y patrimonio.