La primera industria de la provincia de Castellón y el mayor fabricante de azulejos de Europa, el sector cerámico, no ha visto frenada la carrera por la concentración en los dos últimos ejercicios marcados por la pandemia.
Desde 2012 el número de fabricantes se ha reducido de 173 a 137, es decir, un 20,8% menos de empresas. Un proceso que ahora se puede acentuar ante la subida de uno de sus principales costes, el gas, y los efectos en sus materias primas de la guerra de Ucrania, país de origen de parte de sus arcillas.
El proceso ha estado marcado durante la última década por el ascenso imparable del Grupo Pamesa a lo más alto del podio de los fabricantes españoles y europeos. El conglomerado empresarial propiedad de Fernando Roig es desde hace años en el primer fabricante por volumen de metros cuadrados de Europa. Pero ahora también puede presumir de ser el mayor fabricante español en volumen de negocio y en rentabilidad.
El grupo, con más de 782 millones de euros, superó en volumen de ventas en 2020 -último ejercicio comparable- al líder indiscutible durante las últimas décadas, Porcelanosa. En el caso de la marca de Vila-real, además de las baldosas su negocio incluye otro equipamiento para el hogar, como muebles de baño y cocina, grifería o bañeras y duchas. Porcelanosa ha sido durante décadas la firma más rentable del sector, por su red de tiendas propias y su imagen de marca, que le ha permitido unos precios medios muy superiores a la mayoría de enseñas españolas.
Sin embargo, la apuesta tanto de Pamesa como de STN, el grupo de la familia Aparici, por aumentar su capacidad productiva para generar economías de escala y más eficiencia ha dado sus frutos y ha propiciado un vuelco en este sector. Ambos grupos no sólo lograron incrementar su resultado en 2020 pese a la pandemia: llegaron a ganar el doble que Porcelanosa, el holding de las familias Soriano y Colonques.

En 2020 el grupo cerámico de los Soriano y los Colonques consolidó por primera vez sus resultados en una única sociedad holding, Porcelanosa Corporación. Una reestructuración que ha ido más allá de la meramente societaria, al incluir un acuerdo para la venta de la mayoría del capital de la familia de Manuel Colonques a la matriz, que valoró el grupo en más de 1.000 millones de euros.
En el caso de Pamesa también extiende sus ramas a las materias primas con varias atomizadoras y químicas, y ala energía a través de Incogas. Fernando Roig ya se ha asegurado ampliar la brecha con sus competidores tras otro golpe de mano el pasado septiembre con la compra de Azuliber, también incluida entre los diez mayores grupos del azulejo español por ventas. Una operación que le da colchón para superar los 1.000 millones de facturación que se había marcado para 2021.
El empresario también posee el 50% del grupo formado por Argenta y Cifre, que es el quinto productor español y que el año pasado integró otra marca histórica, Azuvi. Como ocurre con Pamesa do Brasil, aunque no consolida sus cuentas con el Grupo Pamesa, sí que mantienen sinergias empresariales más allá de la participación accionarial.
Por su parte STN logró mantener uno de los mayores márgenes del sector en plena pandemia, con ganancias similares a las de Pamesa, que le dobla en tamaño. El grupo de la familia Aparici, que en su día creció con la compra de los activos de las quebradas Alaplana y Zirconio, ha optado por centrarse en el crecimiento orgánico con fuertes inversiones. La última ha sido una nueva planta en Moncofar (Castellón) de 80 millones, cerca de la que planea una plataforma logística de 100 millones.
Los actores internacionales
Los tres grupos de capital castellonense han logrado mantener el podio del sector español pese a la entrada con fuerza en los últimos años de grupos internacionales. El que mayor peso ha logrado en apenas cinco años ha sido la británica Victoria, el proveedor de las alfombras y moquetas del palacio de Buckingham que saltó a la cerámica con la compra de Keraben, Saloni e Iberoalcorense, y que también posee un par de fábricas en Italia. En plena escalada de los costes del gas en Europa, el combustible básico de los hornos azulejeros, Victoria ha sumado una fábrica en Turquía con la que pretende blindar parte de sus costes.
El grupo británico, con divisiones de vinilo y hasta hierba artificial, imita la estructura del mayor fabricante mundial de cerámica, el estadounidense Mohawk Industries, que surgió a partir de un fabricante de moquetas. Hoy cuenta con marcas históricas de cerámica, como la italiana Marazzi, y de parqué y madera, como Pergo o Quick Step. A través de Marazzi Iberia, está presente en Castellón con su propia fábrica. Una filial que reforzó en 2019 con la adquisición de la brasileña Eliane, que integró a través de la filial española. Esta decisión ha llevado a su división castellonense a doblar sus ventas, por encima de los 200 millones de euros.
Más reciente es el desembarco en Castellón del tercer mayor fabricante mundial, el mexicano Lamosa. La firma adquirió el pasado verano la división cerámica de Roca, que incluye la factoría de Cerámicas Belcaire en Vall d'Uixo y dos plantas en Brasil. Una operación valorada en 220 millones de euros que busca no tanto posicionarse en el mercado nacional, como aprovechar el éxito del made in Spain cerámico, especialmente en el resto de Europa, pero también en Estados Unidos, que ya es el primer mercado exterior de la cerámica.