La Unión Europea ha dado un paso clave en su política de desconexión del gas ruso. Tras años de guerra y enormes problemas para cortar el cordón que une la energía de esta país con el Viejo Continente, la UE anunció este miércoles una hoja de ruta para acabar con el gran problema que mantiene vivo el suministro: los contratos vigentes . Estos compromisos de abastecimiento firmados hace tiempo y cuya duración se extiende más allá de 2030 no se pueden romper sin una importante justificación. Según el comisario de Energía, Dan Jorgensen se iniciará un proceso para ir prohibiendo paulatinamente todos los contratos que unen ambas partes.