
Las consecuencias del apagón ya están aquí. Tal y como se venía viendo en los datos de Red Eléctrica Española, se ha disparado el uso de ciclo combinado (un sistema que usa gas y vapor para generar electricidad) para mantener un sistema reforzado que garantice la estabilidad tras el incidente. La misma vicepresidenta y ministra de Transición Energética, Sara Aagesen confirmó que esto estaba disparando los servicios de ajuste, que han pasado de 14 euros el megavatio hora a un rango de entre 25 y 27. "Actualmente el operador está en un sistema reforzado, como poner un antibiótico de alto espectro para evitar que algo pueda volver a pasar". Sin embargo, había un gran escudo que impedía que este golpe se materializase para muchos hogares y empresas y ahora se están cayendo: los contratos fijos.
La gran mayoría de los clientes firman este modelo de suministro eléctrico. Es decir, acuerdos a doce meses con precios estables. El problema es que los servicios de ajuste se han disparado por el gas, provocando pérdidas para las firmas que habían pactado un precio. Los servicios de ajuste son los costes de los mecanismos que garantizan que la oferta y demanda de gas estén equilibradas y el ciclo combinado es una pieza esencial. Estos mayores precios han dejado a las comercializadoras con contratos fijos con un duro golpe que incluso las ha llevado en algunos casos a pérdidas. Ante esta situación, muchas empresas han activado las cláusulas que hay en sus contratos para subidas excepcionales en los precios por condiciones de mercado.
Si bien los precios fijos no se pueden tocar, la gran mayoría de los usuarios tienen una 'letra pequeña' que habilita a modificaciones en la factura de la luz si hay "cambios en las condiciones de mercado". Para activarlas se tienen que dar condiciones concretas como notificar con 30 días de antelación e informar al cliente del derecho de rescindir ese contrato. Es por ello que ahora están llegando un alud de mails y cartas de las comercializadoras, particularmente más pequeñas, informando de subidas de precios en julio.
Un ejemplo de estos mails es el siguiente, al que ha tenido acceso elEconomista.es. "Estamos comprometidos con ofrecerte siempre la mejor experiencia y la máxima transparencia. Por eso, te informamos que a partir del 1 de julio es posible que veas un ajuste en tu factura. ¿Qué implica este ajuste? Debido al apagón general del pasado 28 de abril, Red Eléctrica de España (REE) está implementando nuevas medidas preventivas y excepcionales para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico. Esto ha provocado un incremento inesperado de los costes regulados de los servicios de ajuste, una situación que escapa a nuestro control".
La comercializadora prosigue alegando que "este ajuste, que se aplicará en el consumo realizado a partir del 1 de julio, aparecerá en una nueva línea en la factura e irá siempre en función de los valores oficiales. Por tanto, podría significar un incremento o una reducción en el importe total a facturar. En cualquier caso, para un consumidor medio el impacto podría ser de unos 2 euros".
Así afectará a los precios
De momento hay mucha confusión ya que no se sabe exactamente el número y el nombre de las comercializadoras que han tomado esta medida. Algunas que se han podido confirmar son Gana Energía, con una subida del 6% en la factura de la luz y Nufri Energía. Sin embargo desde la patronal de pequeñas y medianas firmas del sector confirman en declaraciones a elEconomista.es que se trata una situación generalizada.
Javier Colón, ceo de Neuro Energía y presidente de la asociación de pequeñas y medianas comercializadoras, Acenel, explica que "en las pequeñas firmas se está repercutiendo de forma mayoritaria". Si bien matiza que cada una puede tener su propia estrategia, "muchas comercializadoras pequeñas se han encontrado con márgenes negativos" y eso habría provocado la decisión. En cualquier caso, el representante de las pequeñas comercializadoras ha señalado que muchas viven de contratos indexados al mercado.
Desde el equipo de consultores de Aprovisionamiento de Energía de Creara Energy también ven esta tendencia. "Estamos viendo de forma generalizada es, que las comercializadoras están cambiando el portfolio de ofertas".
"Lo razonable que vemos en el sector es que suban entre 10 y 15 euros el megavatio hora"
El problema que Colón remarca es el golpe que esto supone para las pequeñas comercializadoras que compiten precisamente con los bajos precios, incluso si se trasladan por completo los precios, esto merma de forma determinante su capacidad de competir. Volviendo al consumidor, el experto defiende que lo más probable es que se traslade el 100% de los mayores precios de ajuste a la factura eléctrica. "Cada caso es un mundo, pero lo razonable que vemos en el sector es que suban entre 10 y 15 euros el megavatio hora".
Manu Palacín, CEO del comparador de tarifas de luz Zonox, comenta que "es muy complicado ver hasta dónde subirán los precios bajo la incertidumbre actual" pero que dada la situación "estaríamos hablando de unos 50 euros más al año para el consumidor". Por su parte el experto matiza que el proceso de subidas de precios ha sido diferente entre consumidores y empresas pues a las firmas, que consumen mucho más, ya desde junio han empezado con procesos como los que ahora están notificando a los consumidores.
Un cambio de modelo
En cualquier caso, Palacín explica que la situación ha supuesto un cambio radical. "Ya después del apagón se llamaba a la calma y se decía que los contratos fijos no iban a notar la subida del mayor gas de forma directa". Sin embargo, estos avisos lo están cambiando todo. El problema no son los avisos que dan algunas comercializadoras, sino como que su firma indica que muchas están directamente remitiendo mayores precios "de forma silenciosa".
En Acenel comentan que uno de los grandes problemas son las dudas de cuánto tiempo durará este modelo reforzado que está obligando a las firmas a operar de manera diferente a la hora de firmar nuevos contratos. "Muchas están utilizando precios pre-apagón e incluyendo cláusulas especiales para poder trasladar los precios de ajuste". Esta es la gran mayoría, mientras que otras incluyen estos precios en sus acuerdos a largo plazo.
Desde Creara indican que directamente "se están dejando de ofrecer contratos a precios fijos y las pocas que siguen haciéndolo, aumentando sensiblemente la previsión de costes para los Servicios ajustados". La firma indica que "las comercializadoras tienen que trabajar con la incertidumbre de esos costes y les resulta muy complicado asumir un precio a partir del cual construir un precio fijo final, sin asumir un riesgo desmesurado de pérdidas".
En cualquier caso la asociación defiende que las grandes comercializadoras sí que están absorbiendo estos costes extra más allá de que sean temporales. Detrás de esto hay dos motivos, en primer lugar "los mayores márgenes de estas empresas que les permiten tomar esta decisión", defienden desde Anecel. En segunda instancia, "estas tienen también negocio de ciclo combinado en muchos casos que les está siendo más rentable en un contexto de mayor demanda", algo que "permite equilibrar el problema".
"Esta estrategia de operación está generando sobrecostes inesperados y elevados que recaen directamente sobre los agentes de mercado
Por su parte, Colón explica que dentro del sector la perspectiva ha cambiado dado que "pese a que se dice que la situación puede ser temporal yo creo que estos precios del sistema reforzado han venido para quedarse y no volveremos a ver la situación anterior". El motivo que hay detrás de esto es que si bien en teoría se realiza la prueba para dar seguridad al sistema mientras se estudian los motivos del apagón, cree que se mantendrá como medida de seguridad para prevenir los riesgos que genera una gran cantidad de energía asíncrona (que aporte inercia y estabilidad que limite fluctuaciones). Las renovables son asíncronas, mientras que el gas y la nuclear son síncronas.
Desde Aelec han comentado también su preocupación por este tema alegando que "se está produciendo un sobrecoste de los servicios de ajuste, especialmente las restricciones técnicas, derivados de la "operación reforzada" adoptada por Red Eléctrica de España (REE) tras el apagón del pasado 28 de abril. Esta situación está generando un impacto económico importante sobre comercializadores y consumidores".
Si bien dicen que se trata de una estrategia conservadora con alto uso de servicios de ajuste y ciclo combinados, ven un problema en el horizonte. "No cuestionamos que en situaciones excepcionales debe primar la seguridad del suministro". No obstante," esta estrategia de operación está generando sobrecostes inesperados y elevados que recaen directamente sobre los agentes de mercado como los comercializadores, en un contexto en el que no han tenido capacidad de previsión ni gestión ante este hecho inesperado".
La asociación estima que el coste económico de los mayores precios de ajuste tendrá un impacto de 200 millones de euros para las comercializadoras. Por lo tanto esta agrupación ha pedido "una propuesta transitoria y excepcional, que podrá evitar daños irreparables en el mercado de comercialización del país y un incremento de precios sustancial de electricidad generalizado y asociado al apagón y a la operación del sistema posterior".