Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

La UE lleva inmersa desde el arranque de la guerra de Ucrania en una carrera a contrarreloj por aminorar su dependencia de Rusia. En virtud de esta misión, el grupo ha realizado uno de los mayores virajes de la historia, totalmente cargado de sacrificios, al pasar de que el 45% del gas que compraba viniera del país euroasiático a reducirlo al 15% en solo dos años. Por el camino, la industria europea ha sufrido un rejonazo en su rentabilidad y ha tenido que acudir para abastecerse a pedidos de GNL de EEUU o Catar, mucho más caros.

El cacao ha atrapado por completo el foco de las materias primas. Con una subida completamente histórica al calor de los graves problemas de producción en las plantaciones de los países del Golfo de Guinea, los últimos dos días los precios están atrapados en una tormenta bajista. Estos últimos retrocesos son comparables a los días de locura alcista que se han vivido en los últimos meses.

Los precios del petróleo contienen la respiración, con la tensión en todo lo alto. Una OPEP mucho más firme de lo esperado y una demanda también mayor de lo que todos anticiparon, ha llevado a un déficit que se ha saldado con continuos avances en el precio del barril durante 2024. En abril, ya cómodamente asentado por encima de los 85 dólares, buena parte del mercado temía que una escalada entre Irán e Israel llevase al Brent a volar por encima de los 100 dólares. Sin embargo, los precios caen desde sus máximos a medida que la amenaza no termina de concretarse.

Durante los últimos tres años los ojos del mundo se han posado sobre la 'autopista' más grande del planeta: los mares. La travesía a través de los océanos sostiene a las economías del mundo, pues el 80% del comercio mundial se realiza a través de las navieras. Esta realidad, que a menudo se daba por sentada y garantizada, se ha visto amenazada primero por una potente crisis de suministros y logística en 2021, seguida de problemas en los estrechos de Ormuz, Panamá y Suez. Ahora, cuando parecía que estos problemas estaban más o menos resueltos, las naves comerciales son objeto del fuego de rebeldes hutíes en el Mar Rojo o son capturados por parte de países como Irán, poniendo de manifiesto los riesgos geopolíticos en sus travesías.

La primera ofensiva de BHP se ha saldado con un gran rechazo por parte de Anglo American. La australiana, que este jueves había lanzado una opa sobre su rival británica por 31.100 millones de libras, ha recibido ya una respuesta. La minera inglesa ha explicado que ven demasiado baja la propuesta que la australiana, que suponía una prima del 15%. A pesar de ello, desde Anglo American insisten en que "se trata de una propuesta oportunista que no valora las perspectivas de la empresa y que diluye sensiblemente el valor de nuestros accionistas (en la futura sociedad conjunta)".

Renta fija

La deuda de EEUU vuelve a hacer sonar las alarmas. El T-Note, el bono más demandado del mundo y uno de los valores defensivos por excelencia, se han encontrado con una auténtica prueba de fuego en abril, una sucesión de golpes que han estallado especialmente en los últimos días y que definirán su rumbo durante los próximos meses. Los datos del PIB de EEUU, que han decepcionado, han sido la última gota que ha desatado las caídas en el precio de los títulos y el viernes puede llegar la sentencia con los datos del IPC. La rentabilidad a vencimiento de la deuda estadounidense a diez años ya ha roto los límites del 4,72%, máximos de seis meses, y ahora una pregunta recorre Wall Street: ¿tiene el camino expedito hacia el 5%?

Tras una oleada de enormes compras entre las petroleras y las gasistas de EEUU, una nueva OPA de carácter histórico se presenta en el sector de las materias primas a nivel mundial. La minera australiana BHP Group se ha lanzado a la compra de Anglo American en una oferta que la valora en 39.000 millones de dólares a la firma británica. De lograrse la operación supondría una prima del 14% sobre el valor de la acción. Las acciones de Anglo subieron un 13% en Londres el jueves por la mañana a 24,91 libras cada una, para un valor de mercado de 30.500 millones de libras. BHP, que tiene un valor de alrededor de 144.000 millones de dólares, cayó un 3,7%.

El comercio mundial se encuentra en un momento de gran tensión, una tensión que ahora se nota en España. Los ataques hutíes a cargueros en el Mar Rojo ha hecho que buena parte de las empresas de transporte marítimo del mundo, la sangre por la que fluye el comercio mundial, se vean comprometidas. Ante la perspectiva de una ruta peligrosa a través del Mar Rojo, rumbo al canal de Suez, que conecta los océanos de Asia con el mar Mediterráneo, las navieras han cambiado su ruta, redireccionando sus naves hacia el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica y ahora, todos los envíos transoceánicos hacía a los puertos de Europa se han encontrado con un cuello de botella en los puertos españoles, que se han visto congestionados por momentos ante el alto tráfico.

Canadá se encuentra ante una gran paradoja: mientras los tipos están por todo lo alto para combatir la inflación y su banco central busca drenar la liquidez del mercado para devolver las aguas a su cauce, el país se ha encomendado a una compra de bonos histórica. Una decisión que busca preservar un complicado equilibrio entre combatir la inflación y vencer la mayor crisis que aqueja a sus ciudadanos, las disrupciones en el mercado de vivienda. La nación norteamericana se ha comprometido a comprar 20.500 millones de euros en bonos hipotecarios en un solo año. Con el tiempo espera mantener este ritmo y convertirse en el principal dueño de este mercado, hasta ser propietario del 50%. Es decir, un 75% del déficit en el que incurrirá este año el país (27.350 millones de euros) se destinará solo en comprar estos bonos.

Wall Street está viviendo, para sorpresa de propios y extraños, un momento de clara debilidad. Solo en lo que lleva de abril el S&P 500 ya se anotaría su peor desempeño mensual desde diciembre de 2022, cediendo un 5,47%. Además, el principal índice norteamericano ha profundizado en las últimas semanas esta sensación, con una racha de seis sesiones en negativo en las que se ha dejado un 4,4%. Independientemente de este último hito, la realidad es que las dudas se han instalado y crece el debate sobre si este es solo un momento de flaqueza o si supone un cambio de paradigma para una renta variable que no ha parado de subir. Este mismo 2024 ha llegado a avanzar por encima del 19% y 2023 se saldó con avances superiores al 24%.