
Los precios del petróleo contienen la respiración, con la tensión en todo lo alto. Una OPEP mucho más firme de lo esperado y una demanda también mayor de lo que todos anticiparon, ha llevado a un déficit que se ha saldado con continuos avances en el precio del barril durante 2024. En abril, ya cómodamente asentado por encima de los 85 dólares, buena parte del mercado temía que una escalada entre Irán e Israel llevase al Brent a volar por encima de los 100 dólares. Sin embargo, los precios caen desde sus máximos a medida que la amenaza no termina de concretarse.
De hecho, las dudas respecto al temido 'superciclo' se abriese a medida que sonaran los tambores de guerra en Oriente Medio, ha tenido un reflejo muy claro en los mercados: los especuladores. Los inversores que buscaban enriquecerse con un alza del precio del barril se están retirando. "El riesgo geopolítico está disminuyendo, obligando a los especuladores a huir", explicaba Warren Patterson, analista de ING. Según un reciente informe de la firma neerlandesa, la posición larga neta se ha desplomado en solo una semana más de un 11% en el caso del Brent.
Tras el ataque de Israel contra Gaza en respuesta a la ofensiva de Hamás en la frontera del país hebreo, la tensión había encontrado un nuevo episodio de tensión con Irán en el epicentro. La nación persa fue objeto de un ataque a su embajada en Siria por parte de Israel en la que murieron 6 miembros de la guardia revolucionaria, incluyendo dos generales. Posteriormente, desde Teherán respondieron con un ataque limitado con drones sobre Israel y la captura de un barco comercial presuntamente relacionado con este país. Israel respondió con otro ataque limitado. En un mes donde se ha producido todo este proceso, la materia prima solo ha subido un 1,4%, hasta los 87,68 dólares y ya cede un 2,77% desde sus máximos mensuales.
Todos estos episodios generaron una expectación en los mercados energéticos mundiales, que incluso veían a Irán bloqueando el estrecho de Ormuz, por donde transita el 30% del comercio mundial. Desde S&P Global especifican más y señalan que ese paso es atravesado por más de 20 millones de barriles diarios y 11.000 millones de pies cúbicos de GNL. Sin embargo, los ánimos se han ido templando, sin que todo este 'toma y daca' pase los límites que esperaban muchos 'alcistas' del crudo. De hecho, incluso han crecido la esperanzas de una paz de Gaza. "Los futuros del petróleo han caído los últimos días debido a unas renovadas esperanzas de que un alto al fuego entre Israel y Hamás podría concertarse, evitando la ofensiva en Rafah", explicaba Raffi Boyadjian, analista de XM.
En cualquier caso, los analistas de ING señalaron como "sorprendente" que no se hayan producido grandes alzas pese a todo. En ese sentido atribuyeron esta falta de relación entre las tensiones Irán-Israel y el crudo a que, el mercado "ya descontaba una importante prima de riesgo respecto al petróleo desde el primer ataque, cuando a principios de abril el barril tocaba los 90 dólares".
En ese sentido señala que el mercado se encuentra más bien en un "limbo esperando a ver el desenlace y, cuanto más tiempo pase más probable será que esta prima comience a desvanecerse". El centro de investigación de materias primas BloombergNEF, estima que todavía 25 dólares del precio del barril proviene de esta situación, de modo que, si la tensión bélica se redujese a cero de golpe, los precios serían un 23% menores respecto a sus niveles actuales.
Aunque en ING reconocen que "los fundamentos son bajistas ahora mismo, todavía existen riesgos persistentes en el mercado". En ese sentido, señalan que durante el fin de semana hubo informes de otro ataque con drones ucranianos a la capacidad de refinación rusa. "La refinería de petróleo de Slavyansk en Krasnodar fue la última en ser atacada y, según se informa, provocó la interrupción de sus operaciones". La refinería tiene una capacidad de alrededor de 1 millón de barriles diarios y podría afectar a la oferta mundial de crudo.
Desde OCBC señalaban en su última nota a los clientes que, tantos días de toma y daca entre las dos potencias de la zona han insensibilizado a la materia prima. "Los riesgos se han vuelto bastante binarios, al menos en el corto plazo", señaló la firma. En ese sentido, creen que, si bien el escenario base en un barril en los 86 dólares, un conflicto regional a gran escala llevaría al crudo cerca de los 120 dólares. Sin embargo, algo ha cambiado .
Desde UBS coinciden en que algo ha cambiado de forma definitiva para el mercado, al menos en lo que se refiere a la tensión geopolítica y su influencia sobre el petróleo. Edoardo Campanella, analista de la firma, explica que "tanto el mercado como nosotros vemos unas tensiones limitadas que dejen al crudo situándose pronto en los 85 dólares el barril". Aunque el experto reconoce que una gran escalada con un bloqueo del estrecho de Ormuz o ataques a las plantas saudíes elevarían su cotización a los 100 dólares "la reacción en el contexto actual es contenida".
Esta es prácticamente la advertencia que lanzó hace escasos días el Banco Mundial que señalaba que un movimiento de ese rango por parte de la república islámica llevaría el precio a los 100 dólares. Sin embargo, este escenario es para la institución algo realmente complicado y, de hecho, sus proyecciones pasan por un barril retrocediendo hasta los 84 dólares y siguiendo esta estela hasta los 79 dólares.
"Después de los ataques un conflicto militar entre Irán e Israel podría involucrar rápidamente a los principales productores"
FMI coincide en una presión a la baja y añade un factor extra. La institución señala que espera que desde julio la OPEP ya empieza a incrementar su oferta de petróleo, algo que relajará irremediablemente la valoración de la materia prima. En cualquier caso, este factor entrará en escena de una forma muy gradual. Esto se debe a que, con unos precios altos prácticamente garantizados y una gran capacidad ociosa. El Reino podría incrementar de una tacada 3 millones de barriles diarios su producción. En ese sentido, con unos precios estructuralmente a esos niveles, el FMI cree que producirá más para incrementar aún más el fuerte crecimiento económico que anticipa.
A finales del año pasado el cártel parecía dividido y solo lograba un acuerdo basado en recortes voluntarios. Una perspectiva que dio alas a soñar con unas disensiones internas que les impidieron tener bajo control los precios con nuevos recortes de oferta, a medida que la producción de otros países como EEUU, seguía poniendo bajo asedio el barril. Sin embargo, las exportaciones de la OPEP han tocado su nivel más bajo desde agosto con unos 900.000 barriles. En definitiva, las disensiones no se han traducido en incumplimientos de esos recortes voluntarios y, de hecho, la OPEP ha ampliado este mes la rebaja de unos 2,2 millones de barriles por día.
En cualquier caso, desde S&P Global piden a los inversores que no esperan una mercado relajado, especialmente desde el punto de vista del cártel. Las espadas siguen en todo lo alto y "después de los ataques un conflicto militar entre Irán e Israel podría involucrar rápidamente a los principales productores de petróleo y gas cercanos, incluidos los homólogos de la OPEP de Teherán: Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos": Ambos países no se encuentran esta situación como algo nuevo pues "anteriormente han encontrado sus refinerías, oleoductos y puertos atacados por los hutíes respaldados por Irán".
La agencia, por su parte señala que "por ahora, las perspectivas de la OPEP y un crecimiento de la economía mundial apoyado por economías clave (como EEUU)"suponen un ancla para el mercado petrolero" que "tiene la capacidad de compensar con creces cualquier crecimiento de la oferta que el mercado veo en los productores". Además, estos expertos no creen que la OPEP levante el pie del acelerador y señalan que "incluso podrían reducir más la oferta en 2025".