España es un rara avis dentro de las economías mundiales por su Salario Mínimo Interprofesional (SMI), único para todos los territorios y sectores. Desde la patronal llevan años abogando por aplicar distinciones en función de los territorios para adaptarse a la diversidad del territorio español. Tomando en cuenta el nuevo SMI, que está en 1.134 euros al mes en 14 pagas, y aplicando los criterios de la Carta Social Europea por los cuales la retribución mínima debería ser el 60% del sueldo medio, los salarios mínimos autónomicos variarían en una horquilla cercana a los 400 euros mensuales.