Europa endurece su postura y amplía embargos sobre las materias primas rusas a raíz de la publicación de las imágenes de la matanza en la ciudad ucraniana de Bucha. Tras vetar al carbón, ahora apunta a sanciones al petróleo y gas, lo que pondría en jaque a algunas de las principales economías europeas, como España, Francia, Italia y Alemania. Y es que su dependencia del petróleo ruso representa más del 20% del total del suministro.