Opinión

La tentación de Sánchez

  • El presidente baraja un adelanto electoral para el primer semestre de 2021
  • La situación de Ayuso se ha visto reforzada en su pulso con el Gobierno central
El enfrentamiento de Pedro Sánchez con Isabel Díaz Ayuso es el telón de fondo del posible adelanto electoral.

De momento se considera sólo una sospecha, pero comentada por voces diferentes y con peso en la familia socialista, con palabras como "prematuro, pero no descabellado". Y dicen dichas voces que en Moncloa, desde el entorno cercano a Pedro Sánchez se estaría barajando la posibilidad de convocar elecciones anticipadas en el primer semestre del año que viene.

Aprobados los Presupuestos y una vez conseguidos los dineros de Bruselas, suponiendo que nos llegue que no es fácil ni seguro, y validado el vacío Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia podría vender electoralmente el éxito de su gestión y evitar el desgaste de imagen y de votos que le espera al Gobierno por el hundimiento de la economía, un desempleo disparado con más de seis millones de parados, el fiasco del ingreso mínimo vital y el empobrecimiento general que se avecina. Apuntan también que este podría ser el motivo por el que el Ejecutivo ha decidido aplazar por el momento, el "sablazo" fiscal con el que amenazaba.

Mientras que, desde el punto de vista político, el desgate de su socio de coalición y los embrollos judiciales de Pablo Iglesias, le permitirían acaparar el voto de los desencantados de Podemos y divorciarse de ese matrimonio de conveniencia que cada vez molesta más en las filas y votantes socialistas, repugna a Europa y crea desconfianza en los inversores y organismos internacionales.

Sánchez ni olvida ni perdona

Eso y que, como comentan las citadas voces, Sánchez "ni olvida ni perdona y todavía tiene guardado que Iglesias intentó el sorpasso al PSOE para convertirse en la fuerza mayoritaria de la izquierda", algo que sigue intentando ahora desde dentro del Gobierno.

La posibilidad se abre, dicen, y todo va a depender de cómo evolucionen las encuestas, al tiempo que, añaden, la maniobra cogería al PP con el paso cambiado, sin posibilidad de celebrar su congreso nacional y obligando a Casado a ser el cabeza de lista y con muchas papeletas para fracasar por tercera vez en el intento.

Sondeos que alimentarían también la tentación de Isabel Díaz Ayuso para anticipar las elecciones en Madrid. La sentencia del TSJ de Madrid, la rabieta dictatorial de Pedro Sánchez imponiendo un estado de alarma injusto y con datos falsos, y la misma evolución de la pandemia a la baja en hospitalizaciones y contagios, han fortalecido a la presidenta madrileña ante la ciudadanía y en su propia casa.

Con los datos del Electopanel de este fin de semana, el PP ganaría hoy los comicios autonómicos con el 33,7 por ciento de los votos y 46 escaños, frente al 28,5 por ciento de sufragios y 39 escaños del PSOE. Diaz Ayuso ha recibido ya el apoyo explícito de VOX y con Ciudadanos a la baja, porque Aguado aparece como el gran perjudicado por la intervención de la Capital y otros ocho municipios de la Comunidad.

Una sentencia y una cacicada de Sánchez que han servido también para frenar los intentos de la dirección popular para destronar a la presidenta madrileña, y los detractores y conspiradores tienen que cerrar filas y abortar temporalmente el derrocamiento.

Este aplazamiento, que no renuncia al cambio estaría detrás de la orden de Génova a Díaz Ayuso de no convocar a las urnas anticipadamente se interpreta como un intento de impedir que un nuevo triunfo electoral convierta a la presidenta en el "símbolo de la resistencia contra Sánchez".

Se materialicen o no esos indicios de adelanto electoral o se opte por agotar ambas legislaturas, la tentación vive tanto en el bando de Sánchez como en el de Ayuso. Y en este país de las tentaciones y con esta clase política "venenosa" como la calificó The Economist, todo es posible menos la cordura y el sentido del Estado.

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