
Despidos, colectivos (ERE) o temporales (ERTE) -financiados por el Gobierno en el contexto de la pandemia de coronavirus-, recortes salariales, prejubilaciones, reducciones de los bonus de los directivos, presiones a proovedores, subidas de precios de los productos y servicios sin expulsar a los clientes... Más cancelaciones de dividendos, absorciones de los fondos de reconstrucción -principalmente de la Unión Europea (UE)- o rebajas de los intereses de la deuda gracias a las medidas monetarias del Banco Central Europea (BCE). Un conjunto de sucesos que eufemísticamente se engloban en economía como ahorro de costes, o reestruccturación empresarial, y que se van conociendo a golpes, secos, a veces muy duros en el plano laboral, en crisis como la actual. Y que permiten que muchas compañías mejoren su rentabilidad, que suelten lastre para subir en bolsa, hasta el punto de lograr antes beneficios previos al shock que ingresos, acelerando la recuperación pese al deterioro del negocio por la vía de la mejora del margen (la capacidad de exprimir las ventas y obtener ganancias de ellas).
Las empresas que tienen más facilidad para conseguir defender la rentabilidad son de distintas clases: las más defensivas dependen de una demanda inelástica, que no varía excesivamente ante los shocks, incluso como el de la pandemia -electricidad, servicios regulados, farmacia, alimentación y otros productos de primera necesidad son segmentos de actividad que sufren menos-, mientras que otras compañías pueden salvar la situación si parten de una posición dominante o con costes muy bajos.
En la bolsa española, y con premio para sus acciones, ya en 2020 se puede extraer una lista del primer grupo de este tipo de empresas, como Endesa, Iberdrola, Euskaltel, Enagás, Red Eléctrica, Almirall, Faes Farma o Ebro Foods, y observar como otras han conseguido sostener la tendencia de crecimiento pese a la crisis, como Cellnex, algunas relacionadas con las energías renovables, como Soloria -hasta alcanzar el Ibex 35- o Grenenergy, y excepciones notables como las industriales Viscofan, Fluidra y Vidrala -las dos últimas candidatas a entrar en el principal índice español-.
El resto de compañías tiene que centrarse en reducir costes, y afrontar dolorosos ajustes y largas transformaciones, como ocurrió tras la caída de Lehman Borthers en 2008. De cara a 2021, las empresas de la bolsa española que conseguirán mejorar el ebitda (beneficio bruto) de 2019 sin lograr ingresos previos a la pandemia gracias a las reestructuraciones y otras razones coyunturales son Airbus, Tubacex, ArcelorMittal y Atresmedia. Por su parte, Soltec, Acerinox, Acciona y Grifols obtendrán ganancias pre-covid y también ingresos el próximo ejercicio, aunque acelerarán más el ebitda al mejorar también los márgenes.
Airbus
El golpe que la pandemia de coronavirus ha supuesto para la industria de los viajes global, y especialmente de Europa, tiene un último damnificado: el fabricante de aeronaves Airbus, que sufre una caída de la demanda ante el shock que afrontan las aerolíneas por las restricciones, y pierde cerca de un 40% en bolsa desde máximos pre-covid. Las previsiones apuntan a que el conglomerado no logrará ventas similares a las de 2019 hasta más allá de 2023 por la falta de visibilidad sobre la recuperación de la movilidad.
En el último ejercicio para el que el consenso de analistas da una estimación media, los ingresos se quedan a un 10% de los 70.478 millones de euros pre pandemia. Para ese mismo año, la previsión es que el ebitda (beneficio bruto) sí supere el récord de 9.873 millones de euros de 2019 -ajustado-, y mucho antes, en 2021, el presentado ese mismo año, 3.949 millones, con una mejora del margen bruto de 6 puntos porcentuales, del 5,6% al 11,8%. El daño a la demanda es inevitable, pero al traducir estas estimaciones se observa que los expertos esperan una mejora de la rentabilidad tras una batería de ajustes: despidos -se han barajado 17.000 en todo el mundo-, bajadas salariales o de los bonus de los directivos, sustitución del gasto en I+D+i por los fondos de la UE o presión a los proveedores haciendo uso de su liderazgo en la industria, que controla prácticamente en duopolio con Boeing.
ArcelorMittal
ArcelorMittal aperecía en muchas de las quinielas de inversión de los analistas para arrancar 2021, y eso que sube cerca de un 180% en bolsa desde el suelo de la pandemia. Y tiene que ver precisamente con la mejora del margen de su negocio. Según las estimaciones, pasará de una rentabilidad del 6,2% en 2019, cuando presentó un ebitda de 3.902 millones de euros, a rozar un 14% en 2021, para conseguir unas ganancias brutas de casi 7.000 millones, con muchos menos ingresos.
El primer factor que subyace tras esta mejora del margen bruto es la subida del precio del acero. Los futuros que cotizan sobre este material en el mercado de materias primas de Chicago se disparan un 150% desde finales de agosto.
El segundo factor es la reestructuración que el grupo industrial afronta desde hace años, en un mercado en continua reconversión y feroz competencia global, y que se ha cobrado cientos de puestos de trabajos, con cierres completos de plantas de producción en todo el mundo.
Tubacex
El 2 de febrero, la industrial vasca de tubos, principalmente para instalaciones petróleo y gas, anunció un ERE que afectará a 150 trabajadores en Álava. La sangría de Tubacex se alarga dolorasamente en el tiempo en la región, desde la que se marcha el empleo con destino a países con salarios más bajos. Mientras, los futuros del crudo recuperan un 200% desde los mínimos de abril y los del gas natural un 90% desde junio. La reestructuración coincide con el recuperación del mercado de la compañía, y eso se refleja en las estimaciones: se espera que en este 2021 consiga un beneficio bruto de 55 millones, 4 más que en 2019, pese a que la cifra de negocio caerá un 10%.
La noticia del ERE coincidió con el intento de una coordinación de inversores minoritarios desde un grupo de Telegram similar a la instagada en los foros de Reddit en Wall Street sobre GameStop, pero con vocación de largo plazo, que finalmente se quedó en fogueo. Las acciones de Tubacex repuntan casi un 45% desde finales de octubre.
Atresmedia
El grupo de medios de comunicación mejorará su margen bruto cerca de 2,5 puntos porcentuales en 2021, respecto a 2019, según las previsiones de los analistas que recoge FactSet, del 12,5% al 15%, para obtener un ebitda superior a los 123 millones pre-covid este mismo año con menos ingresos.
Una ratio clave en un sector especialmente sensible a las crisis por la caída de la inversión publicitaria. Los títulos de Atresmedia rebotan un 65% desde mínimos de la pandemia.
Acerinox
La acerera española forma parte del tercio de compañías del Ibex que en 2020 mantuvo su política de retribución al accionista intacta a pesar de la pandemia. Al igual que con el acero en el caso de Acerinox, son las subidas de más del 60% desde los mínimos de marzo de los precios del níquel y el ferrocromo las que están apuntalando la mejora de estimaciones. De acuerdo al consenso, su rentabilidad aumentará un 24% este año respecto a 2019 y sus ingresos mejorarán un 11% frente al mismo periodo. La salida de ATI, su rival del negocio de acero inoxidable tradicional en EEUU -que ha reducido el número de actores a tres en este mercado-, así como un escenario operativo mejor de lo esperadoy la mejora del poder de negociación y la reducción de los costes fijos están pesando en las valoraciones. Acerinox, que sube un 5% en 2021, recibe el mejor consejo de compra del Ibex 35.
Grifols
Al ser una industria esencial, Grifols no se vio obligada a cerrar durante el confinamiento aunque sí se resintieron las donaciones de plasma. Un bache para los expertos, que esperan que este año recupere los niveles previos a la crisis tanto en ebitda -un 9% hasta los 1.554 millones de euros- como en ingresos -un 0,5% hasta los 7.229 millones-.
El menor volumen del plasma recolectado se reflejará en las cuentas del cuatro trimestre de 2020 y el primero de 2021. Ana Gómez, de Renta 4, cree que este contratiempo "sea algo acotado y que a lo largo de 2021 los ritmos de crecimiento de las ventas se recuperen, de la mano de la recuperación de las donaciones que se viene apreciando desde verano". Por el lado de los gastos, Gómez recuerda que el sobrecoste de 200 millones de euros por el virus se ha compensado parcialmente con un plan de reducción de costes que han cuantificado en 100 millones, por lo que el impacto neto es de 100 millones. Una contención de gastos podría mantenerse en el futuro. "Seguimos viendo una gradual mejora de márgenes por la estabilización en los costes de plasma, mayores eficiencias en los centros de recolección, todo de la mano de la integración vertical de su proceso productivo", añade.
Acciona y Soltec
Siguiendo la estela de las eléctricas en 2020, Soltec y Acciona acelerarán en 2021 las ganancias por encima de los ingresos. En el caso de la primera, el confinamiento provocó el retraso de algunos encargos y el incremento de los costes estructurales. Y a pesar de ello, no sufrió cancelaciones de proyectos. La firma solar aumentará su beneficio bruto un 122% frente a 2019 si se cumple lo esperado, pese a que la cifra de ventas subirá algo menos de la mitad, un 55%. En Acciona, la pandemia afectó a la marcha de ciertas actividades como la construcción o servicios, pero el negocio de energía, que representa algo más de un 60% de su ebitda, será el motor de la recuperación. "Tanto en 2020 como en 2021 continuará incrementado su capacidad de renovables e instalará 679/827 MW", apunta Rafael Fernández de Heredia, de GVC Gaesco Valores. Se prevé que en 2021 la compañía mejore sus ganancias en un 1,5% frente al 0,5% de los ingresos.