
La firme oposición a una escalada de la tensión en la guerra comercial entre EEUU y China que ha demostrado hoy el portavoz del ministerio de comercio del país oriental, junto con la tranquilidad que aporta a los inversores el acuerdo para un nuevo Gobierno en Italia, han servido para insuflar una bocanada de aire fresco a los alcistas en el mercado de renta variable europeo.
La permanente negociación entre las dos principales potencias económicas del mundo que han admitido hoy desde el bando oriental -una premisa que negaban hace apenas unas semanas- ha servido para abrir la puerta a más ganancias en los principales selectivos bursátiles del Viejo Continente, que vuelven a ver más cerca la posibilidad de superar los máximos de la semana pasada. Algo que daría empaque a un movimiento que hasta ahora da más signos de indefinición que otra cosa.
Y es que, a pesar del cúmulo de catalizadores negativos que se cierne sobre las bolsas en la eurozona (el recrudecimiento de la guerra comercial entre China y EEUU, las cada vez más recurrentes señales que escenifican una desaceleración de la economía global, la inestabilidad política en varios países de la zona euro -España e Italia,- y la amenaza recurrente de un 'Brexit duro'), éstas no han sido capaces de proseguir con su corrección bajista. De hecho, en los últimos meses no se han registrado en las bolsas de Europa jornadas de pánico en el mercado a pesar de los acontecimientos acaecidos en ese periodo.
"Los índices del Viejo Continente se han instalado a corto plazo en una fase de indefinición", afirma Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, que añade que "el mercado está esperando, muy probablemente, a que Wall Street muestre de verdad sus cartas".
En este sentido, el calendario económico que se cierne sobre los mercados durante las próximas semanas será clave para discernir qué dirección tomarán los principales índices bursátiles del continente.
Y en él, aparecen hitos que desprenden optimismo para ellas, como son las tres reuniones para abordar los tipos de interés que afrontan los principales bancos centrales del mundo en las próximas semanas -el BCE el 12 de septiembre, la Fed el 18 y el Banco de Inglaterra el 19 del mismo mes-. Citas que resultarán cruciales para las bolsas de uno y otro lado del Atlántico de cara al final de año, sobre todo ante la desaceleración del mercado que refleja los últimos datos trimestrales de PIB presentados en Alemania y que anticipan mayores estímulos monetarios.

Sin embargo, el mercado no estará únicamente pendiente de los discursos, decisiones y discusiones de las grandes instituciones monetarias, sino que también mirará los estímulos que algunos de sus presidentes reclaman a los gobiernos.
Es el caso de Mario Draghi, que casi en cada oportunidad que tiene reclama una política fiscal favorable al crecimiento y a la inflación a los países de la eurozona (el último dato de inflación en España ha quedado por debajo de las expectativas al marcar el 0,3%)
¿Signos de fortaleza?
En este sentido las zonas de soporte a que habría que esperar para volver a entrar de nuevo al mercado y que desde Ecotrader se han señalado por activa y por pasiva - los 5.000 enteros del CAC 40 francés, cuya zona de soporte análoga en el EuroStoxx 50 se encontraría en el entorno de los 3.160-3.130 puntos-.
"Sin embargo, la superación de los máximos que vimos la semana pasada, tales como son los 11.855 puntos del Dax 30 alemán, permitiría hablar de cierta fortaleza a corto ya que ayudaría a que el selectivo germano, por ejemplo, confirmara un pequeño patrón de giro al alza que abriría la puerta a un rebote mayor", afirma Cabrero.
Los niveles análogos en el Ibex se encontrarían en los 8.800-8.900 puntos.