Infraestructuras y Servicios

ACS y Atlantia sellan la paz e invertirán en Abertis para comprar autopistas

  • Se comprometen a destinar parte de los fondos obtenidos con Cobra y ASPI
  • Quiere compensar la pérdida de activos en España pero la deuda es un obstáculo
  • ACS está pendiente del permiso de Atlantia para comprar el 20% de Hochtief
Florentino Pérez, presidente de ACS

Las aguas han vuelto a su cauce en Abertis. Tras la tempestad desatada por el amago de opa (oferta pública de adquisición) de ACS sobre Atlantia, los dos accionistas de la concesionaria española han sellado la paz y se han comprometido a impulsar su crecimiento.

Así, según informan fuentes próximas al consejo de administración de Abertis, los dos socios apoyarán a la operadora de origen catalán en las futuras adquisiciones de autopistas que pretende acometer. Lo harán con la capacidad que les confieren las recientes desinversiones milmillonarias que han ejecutado: ACS cuenta con casi 5.000 millones de euros por la venta del grueso de la división de Servicios Industriales (Cobra es su principal insignia) a la francesa Vinci y Atlantia con 8.000 millones de euros por el traspaso de Autostrade per l'Italia (ASPI) a la banca pública Cassa Depositi e Prestiti (CDP) y los fondos estadounidense Blackstone y australiano Macquarie.

En el punto de mira sobresale Estados Unidos, donde Abertis desembarcó el año pasado

Abertis contempla en su plan estratégico el crecimiento de su cartera tanto a través de compras de activos como de prórrogas de concesiones a cambio de inversiones. Busca así compensar la pérdida de negocio que ha sufrido desde 2019 en España con la reversión de varias autopistas cuyos contratos han tocado a su fin. Son 1.000 kilómetros que ha dejado de gestionar repartidos entre Aumar, Acesa e Invicat, con un impacto cercano a la mitad de los resultados que generaba antes de que se iniciase el levantamiento de las barreras de estas vías.

En el punto de mira sobresale Estados Unidos, donde Abertis desembarcó el año pasado con la compra de Elizabeth River Crossings, en Virginia, y se esperan múltiples oportunidades en los próximos años tanto en licitaciones públicas como en el mercado secundario. Su radar se amplía a otras geografías, como Puerto Rico, que tiene en marcha un plan de privatizaciones, o Grecia, donde ya ha presentado sus credenciales para hacerse con la circunvalación de Atenas, valorada en 2.000 millones de euros. Reino Unido y Francia, erigido en el primer mercado de la concesionaria de origen catalán a través de Sanef, igualmente figuran como países de interés.

Ahora bien, en ese objetivo de crecimiento, Abertis enfrenta el escollo de su abultada deuda. La compañía que dirige José Aljaro, de hecho, ha multiplicado sus esfuerzos en el último año y medio por recortar sus pasivos. En esta línea, al cierre del primer trimestre de 2022, la compañía había reducido su endeudamiento neto en 923 millones de euros gracias, en gran parte, a la indemnización de 1.070 millones de euros que el Gobierno pagó al grupo por la liquidación del convenio de Acesa. Con ello, la compañía que controlan Atlantia y ACS lo recortó hasta los 22.427 millones. Esta rebaja se añade a los casi 2.000 millones que disminuyó en 2021 -en diciembre de 2020 contabilizaba 25.200 millones-.

Contener la deuda

Su pretensión es contener la deuda y cumplir así con las agencias de calificación de cara a mantener el grado de inversión. La concesionaria totalizaba en marzo, en todo caso, una liquidez de 9.100 millones de euros, incluyendo 4.800 millones de caja y 4.300 millones de líneas de crédito revolving. Un respaldo para afrontar futuros vencimientos de deuda y sostener su crecimiento operativo.

Además, el compromiso de ACS y Atlantia de potenciar Abertis propicia que cuente con una munición conjunta de hasta 13.000 millones de euros derivada de las desinversiones mencionadas de Cobra y ASPI. Las aportaciones que puedan llegar a hacer serán prácticamente iguales, puesto que el capital se lo reparten entre ambas (la italiana consolida al tener el 50% más una acción), si bien no hay compromisos concretos y todo dependerán de las necesidades de la concesionaria. Desde que compraron Abertis en 2019, y hasta la fecha, las sinergias esperadas entre los socios y su filial para sumar autopistas en el mundo han sido nulas. Ambas firmas tienen, además, sus propios planes de desarrollo, con apuestas también por los negocios de movilidad (Atlantia) y de energías renovables (ACS).

ACS llegó en marzo a un acuerdo de exclusividad con Brookfield y GIP para lanzar una oferta pública de adquisición (opa) sobre Atlantia para que el grupo español se quedara con el negocio de autopistas. Sin embargo, su primer accionista, Edizione, brazo industrial de la familia Benetton, se opuso frontalmente a y contraatacó días después junto con Blackstone con una opa por el 100% de la empresa. El 6 de mayo, Florentino Pérez, presidente de ACS descartó finalmente lanzar una contraopa y desechó cualquier movimiento hostil. Aseguró, de hecho, que las relaciones con Atlantia son fluidas de cara a "desarrollar Abertis".

ACS, en paralelo, quiere continuar simplificando su estructura y comprará el 20% de Abertis que tiene su filial alemana Hochtief

Con la venta de Servicios Industriales a Vinci, por los que ya ha recibido 4.980 millones de euros y puede obtener hasta 5.580 millones, ACS destinará una parte a la sociedad conjunta con la francesa para el desarrollo de una cartera de activos renovables de al menos 15 GW en una década. Pero, sobre todo, su primer objetivo estratégico es la reinversión en el "desarrollo y operación de activos concesionales de infraestructuras". En este cometido, la compañía cuenta Abertis para los proyectos maduros y con Iridium para los nuevos. Está analizando diversas oportunidades en Estados Unidos de autopistas de peajes gestionados y una de sus opciones discurre por hacerse con la concesión de algunas de las autopistas que el propio grupo está construyendo.

ACS, en paralelo, quiere continuar simplificando su estructura y comprará el 20% de Abertis que tiene su filial alemana Hochtief. De este modo, la matriz ostentará directamente el 50% menos una acción. Para ello, en virtud del pacto de accionistas de Abertis, Atlantia, que suma el 15,9% de Hochtief, tiene que dar su consentimiento -ya solicitado por el grupo de Pérez-.

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Comentarios 1

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Herminio Ballesteros
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Lo que se anunciaba como una guerra "fratricida" sólo ha quedado en esto: un reparto de cromos, entre ACS y los italianos. Mientras siguen de la mano en Abertis y las autopistas. Los iralianos se quedan con Italia, para cumplir los designios de Draghi. Para ACS la alemana, que ya era española, que también tiene autopistas. ¿Que haremos los inversores en ACS? Los grandes YA lo sabían, los pequeños y casi enanos nos toca "a verlas venir". Saludos.

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