Finanzas Personales
Los bonos corporativos son los únicos productos de renta fija que mantienen altos intereses: así se puede invertir en ellos


Autor: Redacción de Servicios de comparación financiera
Actualizado: 1 de mayo de 2025, 18:25El contexto de incertidumbre actual, en plena guerra comercial y con las bolsas respondiendo con caídas a los aranceles estadounidenses, está llevando a muchos a replantearse sus estrategias para invertir dinero sin riesgos. La renta variable tradicional se ha mostrado demasiado volátil en las últimas semanas y lo mismo ha ocurrido con productos más novedosos como las criptomonedas. Ante esta situación, algunos inversores miran con atención a la renta fija y valoran invertir en bonos. El problema que plantea esta decisión es que la rentabilidad de estos productos ha caído en los últimos meses, como consecuencia de la bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE).
En general, la gran mayoría de los productos de renta fija ha perdido rentabilidad, desde los bonos del Estado hasta los depósitos bancarios, si bien todavía quedan algunas opciones interesantes dentro de ellos. Además, hay otra alternativa para invertir en renta fija, aunque suele pasar algo más desapercibida y es menos conocida. Ese es el caso de los bonos corporativos, títulos de deuda privada emitidos por las empresas, como una vía alternativa de financiación para sus proyectos.
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¿Qué son los bonos corporativos y por qué mantienen altos sus intereses?
Las empresas tienen diversas formas de obtener financiación. Al margen de las habituales, a través de una entidad bancaria, también pueden emitir bonos corporativos y, por tanto, deuda, para conseguir recursos para sus proyectos o adquisiciones. Esta deuda privada se emite por un periodo de tiempo determinado, siempre superior a un año, y por lo general oscila entre cinco y 12. Los particulares pueden invertir en esos bonos y conocerán de antemano el tipo de interés que recibirán a cambio. Por tanto, durante todo el plazo de vencimiento de esta deuda, el tenedor sabrá cuánto recibirá, por lo que resulta una forma de invertir dinero sin riesgo, o al menos con un riesgo inferior al de otros productos.
La rentabilidad de los bonos corporativos suele ser algo mejor que la de los bonos del Estado por la particularidad de que están emitidos por una empresa. En el caso de los bonos estatales, la deuda pública está respaldada por un país, por lo que la seguridad en la inversión es mayor y, por tanto, la rentabilidad resulta menor. Por el contrario, cuando se invierte en deuda corporativa el riesgo aumenta, ya que cualquier factor puede afectar a la salud financiera de la empresa y, por tanto, arriesgar su capacidad de hacer frente a la devolución de la inversión y sus intereses.
Bonos del Estado vs. Bonos corporativos: ¿cuál es la diferencia?
Los bonos del Estado y los bonos corporativos son productos de renta fija que se presentan como una forma de invertir dinero sin muchos riesgos. Sus características esenciales son muy similares, ya que se trata de una emisión de deuda, con un determinado tipo de interés y con un plazo de vencimiento concreto. Sin embargo, también presentan algunas diferencias entre ellos. La principal es el perfil de su emisor. La deuda pública, en el caso de los bonos del Estado, está respaldada por el país en cuestión y sirve para que financie sus gastos. Por tanto, una persona, al invertir en bonos españoles, estaría comprando deuda emitida por España dentro de sus planes para cada ejercicio y contaría con el respaldo del Estado. Lo mismo si compra bonos portugueses, alemanes, estadounidenses o de cualquier otro país.
La calidad y seguridad de la inversión dependerá de la calificación crediticia que tenga cada Estado. Cuanto mayor sea esa nota por parte de las calificadoras, más segura será la inversión, ya que eso garantiza que el Estado en cuestión será capaz de pagar su deuda con intereses. Sin embargo, esto también hace que la rentabilidad de estos productos de renta fija sea menor, ya que su riesgo también lo es. Otro rasgo que caracteriza a la deuda pública es que sólo se puede invertir en bonos por múltiplos de 1.000 euros, con esa cantidad como mínimo para comprarlos.
Por su parte, los bonos corporativos son títulos que emiten las grandes empresas como alternativa de financiación a los préstamos bancarios o la salida a bolsa. La rentabilidad que ofrecen estos productos de renta fija es superior a la de los bonos del Estado, ya que las empresas están más expuestas a situaciones económicas adversas y, por tanto, pueden ver comprometida su capacidad de hacer frente a la deuda y a los intereses.
Cómo invertir en bonos corporativos
A la hora de invertir en bonos corporativos también se observan algunas diferencias respecto a los bonos del Estado. Estos últimos se pueden comprar directamente, por ejemplo, en las subastas del Tesoro, mientras que la deuda corporativa requiere obligatoriamente de un intermediario autorizado, ya sea un bróker o un banco. Estos compran el producto de renta fija en nombre del usuario, bien en subasta o a través de otras vías. Por lo general, los bancos son la primera opción para comprar el bono en cuanto se emite, en tanto que los brókers actúan más en el mercado secundario, donde se produce la compraventa entre particulares.
La intermediación de los brókers y de los bancos da sencillez y flexibilidad al proceso, ya que el comprador solo tiene que dar la orden y la otra persona las ejecutará y se encargará de todo lo demás. Sin embargo, estos servicios también tienen un precio y el usuario tendrá que pagar tarifas y comisiones a sus intermediarios por encargarse de la compra o de la venta de títulos. En cualquier caso, antes de invertir dinero en bonos, sean del tipo que sean, es conveniente que el titular se informe de los riesgos y ventajas que acarrea cada decisión, para que la inversión sea lo más segura y rentable posible.
Los mejores brókers: ¿qué se ha tenido en cuenta?
- Variedad: cantidad de instrumentos a elegir para formar la cartera
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