
Las principales entidades del país avanzan hacia la normalización del beneficio este año tras las ganancias históricas con las que cerraron 2021, por el efecto de las fusiones y la salida a bolsa de Línea Directa. Los seis bancos españoles cotizados cerraron el ejercicio pasado con un beneficio conjunto de 20.979 millones de euros. Sin embargo, este volumen, inflado por los extraordinarios, no se mantendrá en el tiempo y las entidades reducirán el resultado un 22%, hasta los 16.228 millones de euros, a cierre de este ejercicio, según la previsión del consenso de Factset.
CaixaBank vio acrecentado su resultado hasta los 5.226 millones de euros, tras anotarse en las cuentas del primer trimestre 4.300 millones de euros por el fondo de comercio negativo (badwill) de Bankia, tras su absorción. Sin este efecto, el beneficio neto del nuevo grupo se reduce a 2.359 millones de euros, que es un 38% superior a lo que la entidad consiguió en solitario en 2019, año comparable por la normalización sin pandemia. El consenso de analistas espera que el grupo encabezado por Gonzalo Gortázar se mantenga en esta misma línea de cara a cierre de este ejercicio, con un resultado de 2.439 millones de euros.
A menor escala, las cuentas de la nueva Unicaja vivieron el mismo efecto con la fusión de Liberbank. El grupo financiero cerró el ejercicio con unas ganancias de 1.113 millones de euros, tras anotarse en el tercer trimestre 1.300 millones por el badwill de la entidad de origen asturiano. El resultado para final del año ha sido inferior que a cierre del tercer trimestre porque el grupo ha cargado 368 millones para financiar la reestructuración de personal puesta en marcha. Sin el efecto de la fusión, Unicaja ajusta el resultado a 137 millones de euros, lo que supone un 20% menos que las ganancias que obtuvo en solitario en el comparable de 2019. El consenso de analistas prevé que el que ya es el quinto banco del país gane a cierre de este año 317 millones, un 131% más.
La tercera entidad en discordia que ha visto distorsionados sus resultados en el año cerrado fue Bankinter. El grupo financiero sacó a bolsa la aseguradora Línea Directa el pasado mes de abril, lo que le llevó a anotarse una plusvalía por la venta de 896 millones de euros en el segundo trimestre. Con esto, el banco cerró 2021 con unas ganancias de 1.333 millones de euros. Sin el extraordinario, el resultado normalizado del grupo que lidera María Dolores Dancausa fue de 437 millones, un 20% menos que en 2019, ya que entonces contaba con el beneficio que le reportaba la compañía aseguradora. La previsión de cara a cierre de 2022 es que la entidad gane 428 millones. No obstante, el grupo insiste en que logrará alcanzar las ganancias precirsis (551 millones) de cara al cierre de 2023.
Santander cerró el último ejercicio con un beneficio de 8.124 millones de euros, frente a las pérdidas de 8.771 millones que sufrió en 2020 por la crisis sanitaria. Con este beneficio, elevó en un 24% las ganancias precrisis. El mercado prevé continuidad en los resultados de 2022, con un beneficio similar. Por su parte, BBVA logró 4.653 millones de resultado neto en 2021 (32% más que en 2019). La cifra incluye impactos no atípicos recurrentes (los resultados netos de EEUU, el coste del ERE y la plusvalía de la venta de seguros en 2020). Sin atípicos, la cifra asciende a 5.069 millones. El mercado prevé que el banco cierre 2022 con un beneficio algo inferior, de 4.459 millones.
Finalmente, Sabadell sorprendió a los analistas a cierre de 2021 con 530 millones de euros, un 35% más de lo esperado, aunque las ganancias aún están un 31% por debajo de las pre-Covid. De cara a cierre de este año, el consenso prevé unas ganancias de 494 millones.
Focos a vigilar en 2022
El ejercicio 2022 estará marcado por la evolución de la pandemia, pero también de la inflación, cuyo crecimiento y persistencia puede frenar el consumo. La banca espera a que llegue el segundo trimestre del año, periodo en el que finaliza el grueso de las carencias de los avales ICO, para conocer la evolución de la morosidad. Dependerá de la capacidad de las compañías de volver a reanudar sus compromisos de deuda de si las entidades liberan o no una parte de las provisiones realizadas en España con el objetivo de cubrirse de los impagos que pudiera dejar la crisis sanitaria.
Por otro lado, tras un año de ERE y planes de prejubilaciones que se ha saldado con 18.849 empleados menos, los grandes bancos descartan nuevos grandes ajustes.