Economía

Los siete obstáculos que amenazan con frenar la recuperación económica: inflación, ahorro...

  • Si el ahorro no se convierte en consumo e inversión, la economía se resentirá
  • Los gobiernos podrían normalizar sus políticas fiscales antes de tiempo
  • Los cuellos de botella y la escasez de ciertos componentes lastran el crecimiento

La recuperación de la economía global está en marcha. Aunque es cierto que será desigual y llegará antes a unos países que a otros, el PIB mundial en su conjunto crecerá este año alrededor de un 5%. Sin embargo, el rebote final de la economía podría variar en función de hasta siete factores que tienen el poder de alterar (algunos de ellos para bien o para mal) la recuperación económica, según el departamento de investigación de Allianz.

Pese a todo, el escenario base de la aseguradora presenta una recuperación mundial va por buen camino. Se espera que el PIB mundial repunte en un 5,1% en 2021, con una cuarta parte de la recuperación impulsada por EEUU, mientras que China debería contribuir algo menos al crecimiento. En 2022, el crecimiento del PIB mundial debería alcanzar el 4%. No obstante, "la carrera hacia la recuperación dependerá de siete obstáculos clave", señalan los expertos de la aseguradora alemana.

-La carrera de Fórmula 1 por la vacunación. El primer riesgo que afronta la recuperación está implícito en la propia solución al problema: las vacunas. Los diferentes ritmos de los distintos países a la hora de inyectar las dosis a sus poblaciones amenaza con agravar algo casi descontado, una recuperación a distintas velocidades. La contrastada lentitud de la vacunación en la UE puede ser un importante lastre a la hora de consolidar el resurgimiento económico. Desde Allianz constatan que "al ritmo actual de vacunación, EEUU y el Reino Unido alcanzarán la inmunidad colectiva en mayo", pero "no es probable que Europa alcance la inmunidad de rebaño antes de otoño".

-La llave del ahorro. El ahorro acumulado durante la pandemia tiene la llave para abrir la puerta del consumo, pero aún no está claro como reaccionarán las familias a la reapertura de la economía. El exceso de ahorro seguirá estando un 40% por encima de los niveles previos a la crisis durante 2021. En un escenario relativamente optimista, el exceso de ahorro de los hogares debería proporcionar un impulso en el gasto de los consumidores del 1,5% del PIB en Europa y más del 3% en EEUU.

En Allianz calculan que "alrededor de 163.000 millones de euros podrían transformarse en consumo privado en la zona euro, lo que equivale al 30% del exceso de ahorro generado durante el covid-19. Sin embargo, en los EEUU esperamos que el 50% del exceso de ahorro actual se gaste en 2021, gracias a la rápida relajación de las restricciones y unos estímulos fiscales más poderosos que deberían impulsar la confianza. La tasa de ahorro de los hogares en EEUU debería volver a la normalidad (el 7% de la renta disponible) a finales de 2021".

La fortaleza de la recuperación dependerá en gran parte de las decisiones de los hogares a la hora de usar estos ahorros. Por ejemplo, en el caso particular de España se ha venido advirtiendo (desde el banco central) de la posibilidad de que los hogares conviertan este ahorro forzoso en precautorio por el miedo al futuro y ante unas expectativas de mayores impuestos en el futuro para pagar el incremento de la deuda pública. Si el ahorro no se moviliza, la recuperación será más lenta y pobre en creación de empleo.

En el caso concreto de España, los hogares ahorraron 108.844 millones de euros (un 126,6% más) durante 2021. Si este ahorro se transforma de forma masiva en consumo e inversión, la economía podría disfrutar de una tasa de crecimiento muy superior al escenario base de la mayor parte de los organismos internacionales, que hablan de un rebote de entre el 5 y el 6% del PIB este año.

-Un ajuste apresurado. Un tercer obstáculo que afronta la recuperación estriba en una apresurada normalización de los políticas fiscales tras el generoso esfuerzo de 2020. Con poco de 2021 transcurrido ya hay países que plantean virar el rumbo y pasar del "lo que sea necesario" a un repliegue que evite mayores desmanes con el déficit y la deuda.

Es el caso de China, donde ya se han anunciado objetivos oficiales que implican una clara retirada del apoyo a estas políticas a lo largo de este año. Es por ello que el mundo volverá a mirar a EEUU, donde el esfuerzo parece que se mantendrá, como señalan desde la aseguradora alemana: "La antorcha de la demanda global pasará a EEUU, con su gigantesco estímulo fiscal de 1,9 billones de dólares (9% del PIB) y un nuevo gigantesco plan de infraestructura por venir".

Esta respuesta fiscal de EEUU hace 'palidecer' a la proyectada por la UE. "El fondo Next Generation (NGEU) solo echará una mano a partir del segundo semestre de 2021 y el impacto sobre el crecimiento (un acumulado de 1,5 puntos porcentuales hasta 2025) debería resultar moderado y con retraso, dado que se centra en el lado de la oferta -es probable que dos tercios de las subvenciones de 313.000 millones de euros se destinen a la inversión- y en los pagos prolongados", apuntan los analistas de Allianz, que también advierten de que "será difícil llevar a cabo una eliminación gradual de los esquemas para salvar puestos de trabajo (como los ERTE), de las transferencias a los sectores más afectados y de las garantías de crédito público sin que eso agrave las dificultades de las empresas no financieras".

Por supuesto, el debate de la normalización también calará entre los socios europeos, con Alemania a la cabeza. Berlín ya ha dejado claro que, tras dos años con un déficit récord, a partir de 2022 quiere regresar a la estabilidad presupuestaria. Aunque los rigores de la tercera ola en el país germano complican esta hoja de ruta, las intenciones de las autoridades alemanas suponen un claro mensaje telegrafiado para sus socios, algunos de los cuales van a necesitar más manga ancha para salir del atolladero.

-Los grandes planes de inversión pública. El programa Build Back Better de Joe Biden en EEUU (Potencialmente 2,3 billones de dólares), el fondo de la UE Next Generation de 725.000 millones de euros y el plan de infraestructura de China de 1,5 billones de dolares hasta 2025 contribuirán a respaldar la demanda y crecimiento potencial de la economía mundial. Pero su éxito depende de si los gobiernos pueden canalizar los ahorros excedentes hacia proyectos productivos e impulsar a su vez el sector privado.

De nada serviría que este dinero invirtiese en sectores o infraestructuras que no tuvieran un impacto positivo para la economía y el sector privado. Un plan de inversión público mal planteado puede convertirse en el medio plazo en un coste estructural más para los gobiernos sin aportar crecimiento ni bienestar en la economía y la sociedad (un buen ejemplo pueden ser ciertas líneas del AVE en España).

No obstante, los expertos de Allianz aseguran que en principio "encuentran un impacto positivo del exceso de ahorro en la inversión empresarial en EEUU, Alemania, Francia y el Reino Unido, pero gran parte de esto dependerá de las políticas fiscales futuras y las condiciones de financiación (por ejemplo, préstamos garantizados por la estrategia de recuperación)".

-Cuellos de botella y escasez de ciertos bienes. Los cuellos de botella en las cadenas de suministro global pueden llevar al comercio mundial a una situación límite en el segundo trimestre. El crecimiento del comercio mundial se recuperará hasta con un avance del 7,9% en 2021 en términos de volumen, pero excluyendo los efectos positivos de arrastre de 2020 se situará en el 5,4%, según explican desde Allianz.

Estos expertos prevén una desaceleración temporal en el segundo trimestre de 2021 debido a la interrupción de las cadenas de suministro. "Para todo el año 2021 estimamos que el impacto de las interrupciones de la cadena de suministro podría pesar en el crecimiento del comercio mundial en -1,7 puntos porcentuales. Además, el comercio de servicios seguirá afectado por el retraso en la reapertura de los sectores más afectados por las restricciones del covid-19 y las continuas barreras a los viajes transfronterizos". La escasez de chips avanzados o de contenedores para transportar mercancías podrían detener la producción en grandes fábricas que tienen un peso nada despreciable en el PIB y el empleo de los países, frenando parte del impulso de la recuperación económica.

-El riesgo de inflación. Es probable que la inflación supere el 2% con claridad de forma temporal. "El poder de fijación de precios de las empresas seguirá siendo limitado, dada la moderada dinámica de la demanda: el exceso de ahorro de los hogares y las empresas que actúan como un lastre para la velocidad del dinero; las brechas de producción (output gap negativo) negativas causadas por la menor utilización de la capacidad productiva y el aumento de las tasas de desempleo que limitará el crecimiento salarial (por debajo del 3%). Por lo tanto, no esperamos que los bancos centrales den un giro de 180 grados en la política como respuesta a una inflación temporalmente más alta".

No obstante, si las empresas absorben este auge de los precios de sus inputs reduciendo márgenes, esto puede presionar aún más uno balances y resultados que ya venían dañados tras un año de pandemia. Esta inflación de costes no beneficia a los países importadores, pudiendo desembocar en una menor inversión, mayores empresariales y lastrando la creación de empleo.

-Unos mercados 'borrachos' de reflación. El último obstáculo de la recuperación, pero no por ello el menos importante, es el peligro de no poner fin a tiempo a la "dulce música", en palabra de los expertos de Allianz, de la reflación: "Los activos de riesgo operan bajo el supuesto de que lo que es bueno para ellos -la política monetaria no convencional y el despilfarro fiscal- es necesariamente bueno para la economía real, lo que acabará dando por bueno su optimismo. Por el momento, sin embargo, lo que vemos es una creciente divergencia entre los precios de los activos y su valor subyacente. Amplificada por diversas técnicas de gestión de inversiones (ETFs, paridad de riesgo) que ponen la asignación de activos en piloto automático, esta divergencia es una vulnerabilidad".

Aunque factores exógenos como una escalada involuntaria de las tensiones geopolíticas entre EEUU y China, un repunte de la inflación que convierta en papel mojado las moderadas expectativas de inflación de los bancos centrales o los habituales impulsos nacionalistas en el seno de la UE ayudaría a echar más leña al fuego, en Allianz avisan de que el riesgo real está en los propios mercados de capitales: "Como muestra el aumento de la negociación de opciones y los márgenes de deuda, la inversión apalancada es omnipresente, al igual que la confusión sobre la liquidez: especialmente en los mercados de capitales, la velocidad del dinero (el flujo de liquidez) es mucho más volátil que su cantidad (el stock de liquidez). Ante el apalancamiento y el exceso de operaciones, la asunción de riesgos es propensa a desbocarse, e incluso una pequeña perturbación de la confianza puede provocar un repentino agotamiento de la liquidez, liquidaciones forzosas y/o impagos".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky