Pocas alternativas de refugio está encontrando el inversor en 2022, un año en el que los bancos centrales parecen decididos a atajar una inflación que no deja de crecer mes a mes. Los fondos centrados en metales preciosos –donde el oro ocupa un papel predominante y que invierten en compañías relacionadas con la extracción y tratamiento–, que siempre han servido como una alternativa de seguridad en momentos de incertidumbre tampoco han cumplido su papel y ya pierden de media un 19,5%, en un ejercicio en el que el metal dorado está sufriendo una caída de más del 6%.

Los denominados como "beneficios caídos del cielo" de las petroleras, eléctricas y gasistas a los que aludió el Gobierno de Pedro Sánchez y que han motivado un nuevo impuesto sobre las ganancias extraordinarias de las mismas, no son tan espectaculares si se compara con el resto de Europa. En el caso de Repsol, que es la representante de las bondades que están viviendo las empresas del sector petrolero en este país, se refleja con nitidez. Pese a alcanzar un ebitda (beneficios antes de intereses, impuestos, deuda y amortizaciones) histórico este año de más de 10.000 millones, la compañía presidida por Antonio Brufau es la penúltima por margen bruto en 2022 entre las 10 petroleras más grandes del Viejo Continente, con un 15,9%, según las previsiones de FactSet.

El número de comunicaciones de operaciones sospechosas enviadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aumentó en 2021 un 8% respecto al año anterior, alcanzando 290 notificaciones, tal y como informa el citado organismo.

El dato de inflación en Estados Unidos que se conoció ayer vuelve a poner contra las cuerdas a la Reserva Federal estadounidense (Fed), que tiene que enfrentarse a un aumento de los precios del 9,1% en junio, es decir, niveles que no se veían desde noviembre de 1981.

En un arranque del segundo semestre del año protagonizado por la incertidumbre y el temor de que las presiones inflacionistas cumplan el peor de los pronósticos, el de la recesión, Acciona, Repsol y CaixaBank son los valores del Ibex 35 que reciben una mayor mejora de valoración en los primeros días de julio. Las firmas ven un incremento del 1,9%, 1,5% y 1,2%, respectivamente, en los precios objetivos marcados por el consenso de expertos que recoge FactSet.

Una misma historia puede ser completamente diferente según la versión que se quiera comprar. Y esto, aplicado al mercado, es la otra cara de la moneda que deja el batacazo que llevan experimentando las bolsas a lo largo del año, que es la de la rentabilidad por dividendo. Las caídas que sufren los diferentes índices elevan este porcentaje en Europa hasta el 3,7%, es decir, casi un punto porcentual más de lo que ofrecía al inicio del año, cuando tocaba el 2,9%. En el caso del Ibex pasa del 4% que ofrecía en enero al 4,3% actual, siendo el índice continental con mayor rentabilidad por dividendo.

El complicado momento que están atravesando los mercados de renta variable y renta fija puede llegar a nublar el aumento en las expectativas de rentabilidad que se ha producido en ambos activos. En el caso de las de la bolsa son, además, cifras que no se han registrado al menos en una década. Con el reciente cierre del primer semestre de un año que ha comprado la idea de recesión, sin que, paradójicamente, se haya producido un deterioro en las expectativas de beneficio, la realidad es que la rentabilidad a la que aspira ahora una cartera es más alta que a principios de año, con independencia de cuánta bolsa o renta fija tenga en ella.

Se acaba el primer semestre de un año que, seguro, se recordará. Y no precisamente por sus buenas noticias. Una escalada en los precios que no ha hecho sino incrementarse con la irrupción de un conflicto en Occidente sin precedentes desde 1939, sumado al endurecimiento de la política monetaria en pos de controlar dicha inflación ha sido el escenario en el que han actuado los mercados en estos seis meses. Un telón de fondo poco alentador que ha empujado a las bolsas continentales a comprar la idea de recesión en sus cotizaciones, pero que, sin embargo, no se ha visto reflejado en la previsión de beneficios para 2022 de las mismas.

El selectivo español, al igual que el resto de índices europeos, no lo está teniendo fácil en las últimas semanas, con una situación macroeconómica que amenaza con los peores presagios; los de la recesión. Sin embargo, pese a que el Ibex lleva mostrando una mayor fortaleza que sus homólogos en lo que va de año, aún tiene camino al frente, y cuenta con cinco valores que ofrecen un potencial alcista superior al 50%.

Inditex ha protagonizado muchos titulares durante el presente ejercicio y no precisamente por su buen desempeño en bolsa. Pese a que la empresa textil ya se deja un 24,8% en el año en el parqué, lo que la posiciona como la tercera firma más bajista, logra frenar los recortes en la estimación de beneficios de los analistas tras la presentación de los resultados del primer trimestre; que fueron, sin duda, positivos.