El optimismo generado por la Reserva Federal Estadounidense, al adelantar la semana pasada una subida de menor calibre (de 50 puntos básicos) en la próxima reunión de diciembre le duró poco al oro. El primer día de este mes el metal dorado volvió a tocar los 1.800 dólares por onza, niveles en los que no cotizaba desde julio y con los que lograba rebotar alrededor de un 11% desde los mínimos del año marcados el pasado 26 de septiembre, en los 1.622 dólares.