El conflicto entre Rusia y Ucrania ha dejado de acaparar las portadas de los medios de comunicación -pese a que la guerra continúa activa-, pero sus consecuencias siguen latiendo entre los escollos a los que se enfrenta el sector retail en el ejercicio.

El ecuador del ejercicio ya se dejó atrás y las bolsas europeas, a falta de una sesión, cierran este séptimo mes del año y el primero del segundo semestre colocándose prácticamente la mayoría en el terreno positivo. El único índice que no lo logra y se tiñe de rojo en julio: el Ibex. De hecho, el EuroStoxx consigue una ventaja de casi 6 puntos porcentuales, algo que no se lograba desde finales de 2021, la última vez que Europa ganó más que el Ibex en un mes.

Menos de un mes le duró a la Solaria la recomendación de venta que el consenso de mercado que reúne FactSet estableció sobre ella el pasado 15 de junio.

Acciona Energía está de celebración. El pasado 20 de julio cumplió su primer mes dentro del Ibex 35 y desde entonces no ha dejado de subir en el parqué. Su cotización tocó en la sesión del martes máximos históricos, rebasando los 40 euros por acción, tras un avance del 3,2% que convirtió a la firma en la más alcista del selectivo en la jornada. A lo largo del día, llegó, incluso a tocar los 41,30 euros para finalmente cerrar en los 40,94 y superar las estimaciones del mercado.

La era de los tipos cero llegó a su fin el jueves cuando el BCE cumplió con las especulaciones y subió, por primera vez en once años, los tipos de interés en 50 puntos básicos, la mayor subida desde hace más de dos décadas. Una decisión que no se hizo notar en el mercado europeo, pese a que al cierre semanal presentara notables rebotes.

La estructura de la propiedad de las acciones españolas ha sufrido una profunda transformación desde que el Ibex 35 comenzara sus andaduras allá por principios de 1992 –el pasado enero el índice cumplió sus primeros 30 años de vida–.

Finalmente los rumores se cumplieron y el Banco Central Europeo subió los tipos en 50 puntos básicos. Una decisión que, tras conocerse, afectó positivamente a las principales plazas a este lado del Atlántico. Sin embargo, Christine Lagarde volvió a sacudir los parqués al anunciar las duras condiciones de la herramienta antifragmentación. La rueda de prensa no acabó de convencer a los mercados, que frenaron sus ascensos para finalmente acabar con ligeras pérdidas que no alcanzaban el 1%.

Si algo está marcando este ejercicio es la extrema volatilidad y la gran cantidad de factores macroeconómicos que vapulean constantemente al mercado, en el que ya se descuenta una posible recesión. La semana pasada fue una más dentro de esta tónica. Esta, sin embargo, parece que los tambores que resuenan anunciando la llegada de la subida de tipos del BCE, igual que Los largos lamentos de los violines del otoño pregonaron el desembarco de Normandia, han devuelto el color a los principales parqués (ver página 20).

El liderato del Ibex 35 en este 2022 ha estado reñido desde que CaixaBank dejó de ejercerlo hace casi dos semanas. Frente a Solaria, Telefónica y Acciona Energía, que estuvieron disputando por el puesto desde entonces, PharmaMar se alzó este martes hasta coronar el selectivo de las 35 en el ejercicio -posición que ya ostentó en abril-, con ganancias anuales que ya ascienden al 27,9%.

Poco hay que confiar de las subidas generalizadas que experimentaron las bolsas a este y otro lado del Atlántico al cierre semanal, pues fue lo que, en la jerga bursátil, se conoce como un rebote de gato muerto. Esta expresión, tomada del inglés (dead cat bounce), hace alusión a las ganancias que se anotan las bolsas tras una caída de notable envergadura, pese a que avanzan de forma poco sostenible y finalmente el negativo vuelve a tomar el control.