
Menos de un mes le duró a la Solaria la recomendación de venta que el consenso de mercado que reúne FactSet estableció sobre ella el pasado 15 de junio.
La renovable vuelve a colgarse la etiqueta de mantener, pese a que para los analistas, tras conseguir superar los 21 euros por acción y un avance anual del 24,8% -es la tercer más alcista del Ibex 35 en el ejercicio, tras PharmaMar y Acciona Energía-, su cotización se ha quedado sin recorrido.
No obstante, en la opinión de los analistas recogida por Bloomberg, aún quedan algunos optimistas. Goldman Sachs sitúa su precio objetivo sobre Solaria en los 28,50 euros que otorgan a la energética un potencial del 33% y, de alcanzarse dicho precio, su acción quedaría a menos de un 10% de máximos históricos. El equipo de análisis de Credit Suisse, que estima su acción en los 25,50 euros, cree que Solaria "puede aprovechar los precios de mercado más altos, así como un proceso de permisos más rápido en España y unos múltiplos elevados para su pipeline".
Sin duda, la todavía activa guerra entre Rusia y Ucrania reavivó el fuego de las energías renovables y Europa, en un intento de lograr una mayor dependencia del gas ruso, está impulsando el uso de estas energías 100% limpias.
Las acciones de estas compañías también notaron en bolsa este viento que aún continúa soplando a su favor. Así, desde que Solaria marcase mínimos anuales el 23 de febrero -día que estalló el conflicto- en los 13,02 euros, logró revalorizarse más de un 79% hasta marcar máximos anuales y niveles de abril del 2020, en los 23,64 euros.