La crisis del mar Rojo está perdiendo relevancia en los medios y en los informes de las casas de análisis, pero lo cierto es que sigue modificando y transformando las cadenas de suministros y su funcionamiento a nivel global, generando cambios importantes a miles de kilómetros del propio mar Rojo. España y, más en concreto, el Puerto de Algeciras, es un buen ejemplo de ello. Este puerto está viendo un fuerte incremento de la actividad de bunkering (repostaje de buques), tornándose en el epicentro del Mediterráneo de esta actividad que es una suerte de 'deporte nacional' en zonas como Singapur. De este modo, el Puerto de Algeciras se está convirtiendo en el 'Singapur español', con varias gasolineras flotantes abasteciendo de combustible a otros buques 'exhaustos', que tras bordear África hacen una parada en España antes de seguir con su ruta.