Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.

¿Están funcionando las sanciones de Occidente contra Rusia en materia energética? La respuesta es más compleja de lo que parece. Es cierto que los ingresos por venta de petróleo y derivados de Rusia han caído con fuerza, pero al mismo tiempo las exportaciones se han disparado en el mes de marzo hasta niveles no vistos desde abril de 2020. La India, sobre todo, pero también China y Turquía están comprando cantidades masivas de petróleo y derivados rusos, lo que ha compensado con creces el descenso de las compras de la Unión Europea.

Durante más de una década, el boom de la construcción en China ha estado alimentado por 'toneladas' de deuda. Los promotores pedían préstamos a los conocidos como bancos en la sombra chinos que se enriquecieron durante el boom inmobiliario. Esta industria se aprovechó de unos promotores desesperados por obtener un crédito que los bancos tradicionales rechazaban. Ahora que la vivienda y el sector inmobiliario comienza a desinflarse en China, la banca en la sombra podría ser la primera parte del sector financiero en sufrir la resaca de los excesos del pasado. Las turbulencias financieras en Occidente podrían dar la puntilla a esta ajada y misteriosa industria financiera.

La crisis de deuda soberana de la Eurozona, que tuvo lugar entre 2010 y 2013, generó fuertes divergencias dentro del área monetaria. Los países que más sufrieron esta crisis fueron denominados de forma 'extraoficial' como los 'PIGS' (Portugal, Italia, Grecia y España). Más de diez años después, la situación no ha cambiado demasiado para algunos de ellos, pero sí lo ha hecho para otros. Este es el caso de Portugal (también de Irlanda, aunque lo del 'tigre celta' tiene truco), cuya economía no ha dejado de sorprender a los analistas en los últimos años.

La inflación ha pasado de villano a aliado de los mercados en EEUU. El IPC se ha moderado hasta el 5% en marzo (frente al 6% de febrero), mínimos desde mayo de 2021, un dato que se sitúa cerca de lo que esperaba el consenso de los analistas y que mantiene la senda desinflacionaria que se inició en la segunda mitad de 2022. Se trata de la novena lectura consecutiva que reflejada una moderación de la inflación. Aunque sigue siendo extremadamente elevada, esta moderación estaría ayudando a aliviar unos mercados que siguen muy pendientes de la Reserva Federal y del amago de crisis bancaria en EEUU.

"El rápido endurecimiento de la política monetaria después de años de bajos tipos está dejando al descubierto las grietas del sistema financiero". Este es el mensaje que ha lanzado Tobias Adrian, Director de Asuntos Monetarios y Mercados Financieros del Fondo Monetario Internacional (FMI), en la presentación del último informe de supervisión financiera. El FMI ha intentado marcar distancias con la crisis de 2008, pero la tarea no ha sido sencilla, puesto que las turbulencias actuales también parecen concentrarse en un sector financiero que en los años de tipos bajos incrementaron la toma de riesgos para conseguir algo de rentabilidad. Ahora, la fuerte subida de tipos está sacando a la luz pérdidas no realizadas o latentes (carteras de bonos), generando desajustes en los balances y dejando a la luz las vulnerabilidades del sistema.

Lo comido por lo servido. El Fondo Monetario Internacional ha revisado al alza el crecimiento de España para 2023 en cuatro décimas, a la vez que ha revisado a la baja en la misma cantidad el avance del producto en 2024. De este modo, el PIB aumentará un 1,5% este año y un 2% en 2024, frente al 1,1% y 2,4% anunciado en las previsiones de enero. No obstante, España queda como líder absoluto entre los grandes países del euro en lo que a crecimiento del PIB se refiere.

La histórica subida de tipos de interés ya se ha dejado notar con intensidad en el sistema financiero global. El amago de crisis bancaria en EEUU y la Eurozona ha puesto sobre aviso a los mercados. Ahora, los inversores se muestran cautelosos a la espera de la siguiente víctima. Tras años de tipos bajos, creciente endeudamiento y búsqueda de riesgo (para obtener algo de rentabilidad), son muchas las cosas que se pueden 'romper' en medio de una subida de tipos. Sin embargo, los economistas de Allianz tienen claro cuál es el mayor riesgo a corto plazo: la banca en la sombra será la próxima ficha en caer.

La transparencia salarial está en boga. Cada vez son más las políticas destinadas a poner fin al secretismo de los sueldos con el objetivo de reducir las brechas salariales y ciertos tipos de discriminación. Sin embargo, esta tendencia hacia la transparencia también tiene algunos efectos que pueden terminar siendo contraproducentes, sobre todo cuando se trata a la conocida como transparencia salarial horizontal (publicar el sueldo de los trabajadores con funciones y antigüedad similar). Este tipo de transparencia puede desembocar en un estancamiento de los salarios, un empeoramiento del ambiente y de la productividad dentro de las empresas. Sin embargo, la transparencia salarial vertical y cruzada ha mostrado resultados muy positivos.

La inflación general en la Eurozona se ha moderado hasta el 6,9% en marzo (frente al 8,5% de febrero), un dato que parece esperanzador, pero que en realidad es reflejo de un efecto estadístico. La fuerte subida de los precios en marzo de 2022 (comienzo de la guerra) disparó el número índice (subió hasta 114,5 frente a los 106,5 de marzo de 2021) al que se referencia la inflación, generando una tasa de variación anual muy elevada. Ahora, este mismo proceso está funcionando de forma opuesta, los precios siguen subiendo (la inflación se acumula), pero al realizar la comparación con el año anterior, la tasa de variación parece menos escandalosa. Este proceso, además, ganará impulso en los próximos meses, lo que dará lugar a una notable desinflación en las estadísticas de precios. Por el contrario, la inflación mensual (lo que suben los precios en un solo mes) se sitúa en el 0,9%, una tasa que es todavía extremadamente elevada.

China es la única gran economía que se ha librado del fenómeno inflacionario que ha golpeado a buena parte del mundo en los dos últimos años, el IPC no ha pasado del 2,8% interanual en el gigante asiático. Sin embargo, Pekín estaría valorando aplicar una de las medidas que prendió la mecha de la inflación en Occidente allá por 2021. El Banco Popular de China y el Gobierno están debatiendo la necesidad de poner en marcha una suerte de helicóptero del dinero: dar cheques a las familias para incrementar la demanda agregada del país. Este tipo de políticas generan crecimiento en el muy corto plazo, pero si el lado de la oferta no tiene capacidad para adaptarse a la nueva demanda, el final es de sobra conocido: una inflación galopante.