Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.

Las turbulencias han llegado a los mercados financieros con intensidad. Y aunque los movimientos han sido ya drásticos, es posible que las curvas no hayan llegado a su fin. Es más, aunque no parece la opción más probable, todavía cabe la posibilidad de que tantas curvas terminen generando un accidente.

Nigeria es uno de los países con más reservas de petróleo del mundo. Además, la cercanía del crudo a la superficie facilita la extracción y las opciones de rentabilizar este 'tesoro'. Sin embargo, Nigeria no destaca por la buena gestión de sus recursos naturales, algo que quiere cambiar con los nuevos descubrimientos en el estado de Nasarawa, que junto al resto de yacimientos prometen elevar las reservas probadas del país. Los planes del Gobierno son ambiciosos: triplicar su producción de petróleo diaria y casi duplicar sus reservas probadas de crudo.

Las rápidas y grandes subidas de tipos que ha ejecutado el Banco Central Europeo hasta la fecha han sido 'tarea fácil'. La fortaleza de la inflación y la economía han allanado el terreno para que el banco central mantuviera el pie puesto en el acelerador sin demasiados contratiempos. Sin embargo, el terreno ha dejado de ser llano. Los baches en el camino (turbulencias financieras) han aparecido y mantener el pie en el acelerador incrementa el riesgo de accidente. Ahora, el mensaje del BCE es un tanto difuso, las subidas de tipos no parecen del todo aseguradas. Ahora sí, el banco central irá reunión a reunión y dato a dato.

La subida de los tipos de interés emprendida por los bancos centrales se ha ido transmitiendo a los mercados financieros de forma relativamente rápida. En el caso de EEUU, las letras del Tesoro a un año pagan un 4,6% de interés anual, mientras que el tipo efectivo de la Reserva Federal se encuentra cerca del 5%. Sin embargo, los bancos comerciales están ofreciendo rentabilidades entre el 1 y el 2% por los depósitos a uno y dos años. ¿Cuál es el resultado de esta desconexión? Los bancos americanos han sufrido una fuga de depósitos que supera el medio billón de dólares en cuestión de un año, que además se ha visto agudizada por el reciente pánico bancario.

El miedo a una nueva crisis financiera ha generado grandes turbulencias en los mercados. Los bancos se han desplomado en bolsa con extrema violencia, arrastrando a casi todos los activos de riesgo. Dos entidades americanas han sido liquidadas, mientras que Suiza y UBS han salido al rescate de Credit Suisse. Tal ha sido el revuelo en la banca, que la caída del petróleo (otras veces tan mediática) ha pasado casi desapercibida. Aunque los futuros del crudo subieron en la jornada de ayer junto a las bolsas, las secuelas en el mercado de petróleo son todavía visibles: los inversores han huido en desbandada de las posiciones largas (apuestan a que el petróleo va a subir) del crudo al mayor ritmo en años, generando una gran liquidación en este mercado ante un posible cambio de tendencia.

Los resultados de Deutsche Bank en 2022 fueron espectaculares, presentando el beneficio más alto desde 2007. Sin embargo, el banco alemán arrastra algunos problemas que vienen de lejos, y aunque parecen en gran parte superados, cuando el risk-off se apodera de los mercados y en especial de la banca, Deutsche Bank se convierte en la diana de los inversores bajistas. ¿Por qué la entidad se encuentra en el ojo del huracán? Deutsche Bank tiene en su balance una fuerte exposición a complejos derivados y una posición importante en hipotecas de oficinas y locales en EEUU. El impacto potencial de estos dos tipos de activos es enorme, lo que genera incertidumbre cuando las turbulencias vapulean los mercados.

La inflación entró en nuestras vidas como un elefante en una cacharrería. Tras años de precios contenidos o incluso de coqueteo con la deflación, los precios comenzaron a dispararse a mediados de 2021, dando inicio a una tendencia que ha llegado hasta hoy. Economistas y casas de análisis intentan ir más allá de las explicaciones 'macro' (cuellos de botella, auge de materias primas...) y tratan de estudiar qué más está detrás de este auge de los precios. Cada vez son más los expertos que ven en los márgenes empresariales uno de los posibles culpables. Todo hace indicar que los costes para las firmas se dispararon entre 2021 y 2022, pero a su vez algunas empresas aprovecharon la inercia para elevar su margen de beneficio por unidad vendida. Algunos casos en EEUU llaman especialmente la atención.

El mercado inmobiliario ha comenzado a enfriarse con velocidad en varias economías de la zona euro, entre las que se encuentra Alemania. Las subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) y la desaceleración de la economía están complicando la adquisición de vivienda para familias e inversores. Además, hay expertos que creen que esta tendencia solo acaba de comenzar y que, atendiendo a los ratios de rentabilidad actuales, el precio de los inmuebles en Alemania debería caer hasta un 25% para que se vuelva a alcanzar cierto equilibrio de mercado.

Los mercados vuelven a sucumbir este viernes fruto del miedo a que las turbulencias financieras derivadas del colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y la caída en desgracia de Credit Suisse se amplíen y hagan caer a otras entidades. La principal víctima esta jornada ha sido el banco alemán Deutsche Bank, que ha llegado a registrar caídas superiores al 13% en bolsa -el mayor desplome desde el estallido del covid- mientras sus swaps de incumplimiento crediticio (CDS) se han disparado en las últimas horas.

Las acciones de Deutsche Bank y UBS han caído con intensidad este viernes en el Dax 40 y la bolsa de Suiza, avivando los miedos a que se produzca un contagio financiero tras los graves problemas de Credit Suisse. Estas turbulencias parecían haberse resuelto con la adquisición de la entidad por parte de su rival UBS y las líneas de liquidez extendidas por el Banco Nacional de Suiza. Sin embargo, los temores de crisis financiera vuelven a reaparecer este viernes en los parqués del Viejo Continente. El Ibex 35 también se ha desplomado con fuerza, arrastrado por la banca española. Ante tanta caída en los mercados, Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha vuelto a lanzar un mensaje de calma, asegurando que están "plenamente equipados" para inyectar liquidez y aliviar las necesidades de la banca. Los analistas subrayan que "Deutsche Bank no es el próximo Credit Suisse".