Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.

El Banco Central Europeo (BCE) comenzó a subir los tipos de interés con relativa rapidez en julio de este año. El objetivo de este endurecimiento de la política monetaria no era otro que devolver la estabilidad de precios al área euro, es decir, rebajar la inflación hasta la zona del 2% lo antes posible. Sin embargo, después de más de cuatro meses de subidas históricas de tipos, la inflación no solo no se ha moderado, sino que ha seguido marcando máximo tras máximo histórico. Algunos partidos políticos y medios de comunicación están empezando a perder la paciencia y comenzando a señalar al banco central como culpable del 'renovado' auge de la inflación. ¿Se está equivocando el BCE con su política?

La economía europea se está desacelerando a marchas forzadas y España no va a ser menos. Aunque el crecimiento del PIB sigue siendo positivo, tanto en la zona euro como en España, hay que tener en cuenta que éste es un indicador que va con mucho retraso. Por el contrario, otros indicadores adelantados (avanzan lo que puede pasar con el PIB y la economía) están mostrando señales evidentes de alarma, como es el caso del PMI manufacturero, que ha sufrido el mayor desplome entre las grandes economías en Europa en octubre.

Está siendo un proceso muy doloroso para la economía y los mercados. El pinchazo (subidas de tipos) ha sido fuerte y drástico, pero parece que la aguja que los bancos centrales podría empezar a aflojar su ritmo de inoculación (el pico de agresividad está llegando) más pronto que tarde. Las próximas subidas de tipos en los países avanzados (Reino Unido, EEUU, Canadá) podrían ser inferiores a las vistas en los últimos meses o iguales en el 'peor' de los casos. La banca central ha inoculado ya la mayor parte del antídoto contra la inflación y pronto comenzará a reducir el ritmo, para acabar sacando la aguja en algún momento de 2023. El problema es que, aunque el dolor de este pinchazo esté cerca terminar (los mercados lo están celebrando), después podrían llegar los efectos secundarios. Los tipos más altos ya se han extendido por toda la economía y su impacto está en marcha.

La inflación sigue imparable en la zona euro. El índice de precios de consumo armonizado (IPCA) ha vuelto a marcar otro récord histórico en los países del euro tras situarse en el 10,7% interanual en el mes de octubre. Mientras que en España la inflación ha comenzado a moderarse (tras liderar el arreón inicial de este shock a finales de 2021 y principios de 2022), ahora son otros países de la zona euro los que toman la delantera.

El Banco Central Europeo (BCE) elevó el precio del dinero en 75 puntos básicos este jueves. Este fue el movimiento más sonado de la reunión, pero no el único. El BCE también anunció pequeños cambios en las TLTROs (subastas de largo plazo a las que la banca acudió de forma masiva durante la crisis del covid). Estas sutiles modificaciones serán suficiente para poner fin a los beneficios caídos del cielo que estaba obteniendo el sector bancario con este dinero que en su día pidió prestado al BCE. Además, este movimiento puede funcionar como "una subida de tipos por la puerta de atrás", según los analistas de la firma financiera Berenberg. Una menor liquidez frente a una demanda constante puede desembocar en un tipo de interés superior en el mercado monetario, que a la postre es el que tienen los bancos de referencia para sus operaciones.

La economía se ha frenado en el tercer trimestre del año con un crecimiento intertrimestral del 0,2%. La incertidumbre global, la drástica desaceleración de la zona euro y la desenfrenada inflación están haciendo mella en los componentes clave de la economía nacional. El deterioro de las exportaciones y el frenazo de la inversión en vivienda han sido los causantes de este frenazo de la economía española.

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), ha concedido la tradicional rueda de prensa después de anunciar una subida de 75 puntos básicos de los tipos de interés. La francesa ha reconocido ante los medios que la fuerte desaceleración económica que está sufriendo la zona euro terminará conduciendo "un mayor desempleo en el futuro".

El Banco Central Europeo ha ejecutado otra subida histórica de 75 puntos básicos de los tipos de interés, doblando el nivel previo al que se encontraban los tipos antes de esta reunión de octubre. De este modo, la tasa de depósito (donde los bancos aparcan su liquidez) se sitúa en el 1,5%, máximos desde 2009; mientras que el tipo de refinanciación se coloca en el 2% y el marginal de crédito en el 2,25%. Además, el BCE ha asegurado que modificará las TLTROs  (subastas de liquidez a largo plazo con condiciones ventajosas para la banca) para ajustar el tipo de interés e impedir que la banca obtenga unos beneficios extraordinarios con el carry trade (coger el dinero de las subastas y depositarlo en el BCE con un interés del 1,5%).

La crisis del sector inmobiliario está en marcha. Tras años de fuertes subidas de precios, la marea ha comenzado a bajar. En EEUU, el precio de la vivienda ha caído un 1,3% mensual en septiembre, el doble de lo previsto por los analistas. En otras economías como Suecia, el descenso es incluso mayor, mientras que en las economías en las que aún no se ha materializado una corrección clara hay indicios que apuntan en esa dirección. Ahora que la caída del inmobiliario parece clara, los expertos han comenzado a desgranar cuál puede ser su impacto en el PIB global, una tarea compleja en la que se han aventurado los economistas de Oxford Economics, recreando tres escenarios posibles con diferentes consecuencias para el mundo.

El Banco Central Europeo subirá este jueves los tres tipos de interés clave en 75 puntos básicos. Esta es la principal herramienta que está utilizando el banco central para combatir la inflación, dejando de lado por ahora la reducción del balance o quantitative tightening (QT). De este modo, el tipo sobre la facilidad de depósito (donde los bancos aparcan el dinero que les sobra) se situará en el 1,5%, la de refinanciación en el 2% y la marginal (ventanilla de emergencia cuando los bancos necesitan reservas rápido) en el 2,25%. Más allá de los tipos, el BCE tendrá que hablar del propio QT, de las TLTROs (subastas a largo plazo de liquidez) y quizá de la remuneración que ofrece a la banca por sus reservas bancarias. Una lista muy larga para una sola reunión.