El FMI prevé que nuestro país será cada vez más rico respecto a la región transalpina
El FMI prevé que nuestro país será cada vez más rico respecto a la región transalpina
A finales de 2019 ya se auguraba un principio de año complicado para el petróleo. Bancos de inversión e instituciones internacionales advertían de que la oferta iba a superar a la demanda en la primera parte de 2020, lo que unido a cualquier imprevisto (una mayor desaceleración económica, por ejemplo) podría conformar una 'tormenta perfecta' para el crudo, lastrando su precio. El coronavirus ha sido el desencadenante de esta tormenta que está llevando al crudo a hundirse un 24% desde los máximos anuales que tocó el 6 de enero. La producción de 'oro negro' ha mantenido su tendencia al alza en estos primeros compases del año, mientras que la demanda está sufriendo la primera caída trimestral desde 2009, en plena crisis económica global.
En 1984 la renta de cada italiano era un 40% superior a la de cada español medida en paridad de poder adquisitivo (equiparando los precios de los bienes y servicios de ambos países). Hoy, la renta per cápita de España es un 2,7% superior a la de Italia y la brecha podría aumentar año tras año. La economía española lleva años creciendo mucho más rápido que la de una Italia cuya productividad real lleva estancada desde finales de los 90. Por tanto, este 'sorpasso' es en parte mérito de España y en parte producto de la catástrofe económica de Italia. El país transalpino ha vivido tres recesiones en los diez últimos años y ahora parece ir camino de la cuarta tras haber sufrido un retroceso de 0,3% en su PIB en el último trimestre de 2019.
La economía de Japón lleva tocada casi tres décadas marcadas por un crecimiento muy bajo y la constante amenaza de la deflación (enfermedad conocida como 'japonización'). No obstante, los japoneses parecen haberse acostumbrado esta nueva normalidad. A lo que no están acostumbrados es a lo que podría estar por venir. La economía nipona se hundió un 6,3% en el último trimestre de 2019 y lo que se esperaba que fuera un tropezón podría convertirse en una recesión total. Una economía ya debilitada no para de recibir golpes: guerra comercial, subidas de impuestos y ahora el coronavirus con todo lo que ello supone.
La tasa de paro en mínimos desde 1969, una creación de empleo que sigue manteniendo un ritmo notable pese a la avanzada madurez del ciclo económico, una inflación por encima del 2%... A simple vista, el mercado laboral (y la economía) de EEUU está funcionando como un reloj suizo. Sin embargo, analizando datos e indicadores menos conocidos se pueden ver algunas grietas que ni mucho menos empañan la panorámica, pero que sí dejan entrever ciertas debilidades: empleo a tiempo parcial involuntario, horas de trabajo semanales en 'horas bajas' (valga la redundancia), descenso de las ofertas de trabajo, unos salarios que no repuntan o una participación laboral estancada son las 'pegas' que se le pueden sacar al mercado laboral de EEUU. Unas 'manchas', por ahora, insuficientes para ser una amenaza real para el mercado de trabajo y el ciclo económico.
La deuda pública en España ha caído hasta el 95,5% del PIB a finales de 2019, la cifra más baja desde 2012. Sin embargo, los pasivos totales de las Administraciones Públicas se encuentran por encima del 144% del PIB, cerca de máximos históricos, según los últimos datos del Banco de España. Esta diferencia se debe a la distinta metodología que se usa para medir ambas variables, que ha permitido que la deuda pública se mantenga estable (incluso con leve sesgo a la baja) desde 2012-2013, mientras que los pasivos totales aumentaron drásticamente durante esos años y se han mantenido en esos niveles desde entonces.
El Banco Central Europeo (BCE) sigue dando pistas sobre la revisión de la estrategia monetaria que ha emprendido este año. En las últimas actas destacaba el auge de la inflación subyacente (el IPCA que no pondera alimentos frescos ni energía) que se había logrado incluso sin los costes de vivienda plenamente representados en las medidas de inflación", una forma de reconocer que la fórmula está incompleta a día de hoy. Uno de los múltiples debates abiertos es cómo medir mejor la inflación (IPCA) y para ello se podría dar más peso al coste de la vivienda, una opción que sobrevuela en le Consejo de Gobierno del banco central. Si el BCE decide darle una mayor ponderación a la vivienda, la inflación en España sería, probablemente, mucho más alta (estadísticamente) de lo que es en la actualidad, mientras que otros países apenas se verían afectados. Además, en España este cambio tendría más sentido puesto que cuenta con uno de los mayores porcentajes de vivienda en propiedad de la zona euro.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha puesto en marcha un expediente sancionador contra siete empresas vinculadas con la intermediación inmobiliaria por fijación de precios y otras prácticas anticompetitivas. Las empresas investigadas son CDC Franquiciadora Inmobiliaria; Look & Find primera red inmobiliaria; Aplicaciones Inmovilla; Idealista; Witei Solutions; Anaconda Services and Real Estate Technologies; y Servicio Múltiple de Exclusivas Inmobiliarias (MLS).