Economía

¿Cuál es el nivel real de deuda pública en España? Los pasivos totales ya superan el 144% del PIB

  • Los pasivos totales superan el 144% del PIB, rozando máximos históricos
  • La diferencia se ha ensanchado en 40 puntos de PIB desde 2012
  • Los tipos de interés y los créditos a las CCAA han causado esta divergencia
Foto de Alamy

La deuda pública en España ha caído hasta el 95,5% del PIB a finales de 2019, la cifra más baja desde 2012. Sin embargo, los pasivos totales de las Administraciones Públicas se encuentran por encima del 144% del PIB, cerca de máximos históricos, según los últimos datos del Banco de España. Esta diferencia se debe a la distinta metodología que se usa para medir ambas variables, que ha permitido que la deuda pública se mantenga estable (incluso con leve sesgo a la baja) desde 2012-2013, mientras que los pasivos totales aumentaron drásticamente durante esos años y se han mantenido en esos niveles desde entonces.

Desde 2012 se ha abierto una brecha entre los pasivos totales de la administración y los datos 'oficiales' de deuda pública medidos por el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE). Esta diferencia ha pasado de ser de 10 puntos porcentuales (sobre PIB) en 2012 a rozar los 50 puntos porcentuales desde entonces. Esta gran brecha se debe a las diferencias metodológicas a la hora de calcular ambos indicadores. Y es que una parte de los pasivos totales no se incluyen en la fórmula que mide la deuda bajo PDE, que a la postre es la que vigila Eurostat (la agencia de estadística de la Comisión Europea) y la más difundida en los medios. En los últimos años, precisamente, han sido esos pasivos que quedan fuera del PDE los que se han disparado.

Con datos absolutos (euros 'contantes' y 'sonantes'), todos los pasivos en circulación en el tercer trimestre de 2019 eran de 1,8 billones de euros, mientras que el último dato de deuda según PDE (se publica con periodicidad mensual) fue de 1,18 billones de euros. La diferencia supera los 600.000 millones de euros entre ambos conceptos.

Según define el propio Banco de España, los pasivos totales son el concepto de endeudamiento más amplio posible, que tiene en cuenta incluso la deuda pública en manos de otros sectores de la administración pública. En la deuda calculada bajo el PDE, por el contrario, se consolidan esas deudas al no incluirse los pasivos de las Administraciones Públicas (AAPP) en poder de otras AAPP, ni los créditos comerciales, ni otras cuentas pendientes de pago.

Comparando la evolución de los diferentes conceptos de deuda pública, se puede ver cómo en 2012 los 'préstamos a largo plazo entre Administraciones Públicas' sumaban 117.022 millones de euros en los pasivos totales y cero en la deuda PDE por esa consolidación. Sin embargo, la rama 'otros préstamos a largo plazo' (que sí se contabilizan en la deuda PDE) sumaba 196.490 millones de euros en pasivos totales y en PDE.

En 2018 la fotografía era totalmente diferente. Los 'préstamos a largo plazo entre Administraciones Públicas' se habían más que duplicado hasta los 237.364 millones de euros (creciendo en los pasivos totales en más de 4 puntos porcentuales respecto al total), mientras que 'otros préstamos a largo plazo' se habían reducido a 148.338 millones (cayendo 8 puntos en los pasivos totales, pero sobre todo suponiendo 10 puntos menos en la deuda bajo PDE).

De forma que una de las ramas que no se contabiliza como deuda PDE (la que aparece en las estadísticas oficiales) se ha inflado en los últimos años, mientras que otra que sí computa como PDE ha perdido peso, ensanchando así la brecha entre pasivos totales y la deuda según PDE que está en el 95,5% del PIB. Esto tiene una explicación lógica. Los 'préstamos a largo plazo entre Administraciones Públicas' se han disparado desde 2012.

Como señala Ángel de la Fuente, investigador de Fedea y CSIC, en un trabajo publicado por Fedea, durante la reciente crisis las Comunidades Autónomas encontraron dificultades para acceder a los mercados de crédito. El Gobierno central ha actuado como prestamista de última instancia, facilitando a las comunidades autónomas liquidez en condiciones muy ventajosas a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y otras vías. Estos préstamos son los que han inflado los 'prestamos a largo plazo entre Administraciones Públicas' desde 2012. Mientras que en los pasivos totales se contabiliza la deuda contraído por el Estado y las CCAA, en la deuda bajo PDE sólo se computa la de las comunidades, pues al fin y al cabo es el mismo pasivo.

La valoración con diferentes métodos ha tenido parte de la culpa del crecimiento de la brecha

Otra pata importante que explica esta diferencia se encuentra en los métodos de valoración de esos pasivos. Los valores representativos de deuda se computan por su valor nominal en la deuda elaborada según el PDE, mientras que en los pasivos totales se contabilizan a precios de mercado. Con el colapso de los tipos de interés en la zona euro, el precio de la deuda emitida por España años atrás se ha disparado (el precio es inverso al interés), inflando así el tamaño de los pasivos totales desde que el BCE comenzase a aplicar sus políticas monetarias ultra-expansivas, que han hundido el interés de la deuda soberana.

El propia Banco de España explica en un informe sobre la evolución de la deuda que "la diferencia entre esta cifra de pasivos consolidados y la deuda PDE se explica, en gran parte, por la valoración a precios de mercado de esos pasivos. En concreto, los ajustes de valoración han pasado de 6.900 millones de de euros en 2012 (0,7 puntos porcentuales del PIB) a 131.300 millones de euros en 2018 (10,9 pp del PIB), debido al impacto que ha tenido la reducción de los tipos de interés a todos los plazos sobre los precios de mercado de la deuda pública".

Por último, también es importante el efecto que causan las reclasificaciones de algunos organismos como la ocurrida la semana pasada con el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS=, que pasó de un día para otro a incluirse en el sector de las Administraciones Públicas, reduciendo la deuda según PDE en 3.798 millones de euros de un 'plumazo'. El CCS tiene en su activo dicha cantidad invertida en deuda pública española, por lo que se considera como deuda pública en manos de otras administraciones públicas, computando así como pasivos totales pero no como deuda bajo la metodología PDE. Las sucesivas reclasificaciones a los largo de los últimos años han podido influir también en el aumento de la brecha, aunque de una forma casi irrelevante si se compara con los otros dos factores comentados anteriormente.

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