El precio del petróleo ha sufrido un drástico desplome en las últimas semanas, golpeado con crudeza por el coronavirus y su efecto en la demanda del mayor importador de petróleo a nivel mundial, China. La caída de esta materia prima ha sido del 20% desde sus máximos anuales, lo que ha provocado que el crudo entre en lo que se denomina un mercado bajista. En un principio los descensos fueron causados por unas expectativas de consumo menores que poco a poco se han ido confirmando con datos reales y tangibles. Hoy, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha terminado de confirmar este golpe anunciando el primer descenso trimestral de la demanda de crudo en más de diez años, una caída que recuerda a los peores momentos de la crisis financiera que atizó al mundo entre 2008 y 2009. En el primer trimestre de este año, la demanda de petróleo caerá en 435.000 barriles por día respecto al mismo periodo del año pasado.
Esto supone un duro golpe para las previsiones de consumo de petróleo. Sin recesiones económicas de por medio, la demanda de petróleo suele crecer más o menos, y los cambios de previsiones de organismos como la AIE se centran en anunciar un crecimiento menor o mayor de lo esperado, pero no caídas. Sin embargo, para este primer trimestre se prevé directamente una contracción, una demanda que queda por debajo de la del primer trimestre de 2019, algo común en tiempos de crisis y recesión económica global.
Citando directamente al documento, la AIE ha asegurado este jueves que la demanda global de petróleo ha sido "duramente golpeada" por la enfermedad del coronavirus. Los datos de demanda para este primer trimestre se sitúan en 98,8 millones de barriles por día (mbd) frente a los 99,3 mbd del primer trimestre de 2019, lo que supone el primer descenso en más de diez años.
Por su parte, la Agencia de la Energía de EEUU (EIA, otro organismo diferente a la AIE), prevé que la evolución del coronavirus sea similar a las del SARS que sacudió China en 2003. "Esperado reducciones de la demanda que se intensificarán en febrero, alcanzarán su punto máximo en marzo y disminuirán constantemente durante abril, mayo y junio. Los impactos inducidos por el daño al PIB persistirán hasta diciembre".
Las previsiones de la AIE para el año
En su informe mensual, la AIE calculó que la demanda de crudo caerá en el primer trimestre en 435.000 barriles diarios respecto al mismo periodo del año pasado, y estimó que el crecimiento en todo el año será solo de 825.000 barriles diarios (365.000 menos que lo previsto), el menor aumento desde 2011.
El organismo dependiente de la OCDE reconoce que todavía es difícil precisar cuál será el impacto del covid-19 sobre el petróleo, aunque sus estimaciones parten de un retorno progresivo a la normalidad en el segundo trimestre de este año.
Desde el estallido de la epidemia se ha registrado ya "una importante ralentización del consumo de petróleo y de la economía china", según la AIE, lo que les lleva a adelantar que las repercusiones del coronavirus sobre la demanda serán "significativas".
"La curva de los futuros de Brent se encontraba en backwardation en enero... sin embargo a principios de febrero giró hasta una estructura de contango por primera vez desde marzo de 2019, esto quiere decir que las entregas inmediatas de crudo han caído en precio por debajo de las entregas a futuro". Esta estructura es la opuesta a la de backwardation, en la cual el precio del petróleo para entrega inmediata (al contado) es más caro que los futuros. El contango suele producirse cuando hay exceso de petróleo en el mercado, cuando la oferta es más fuerte que la demanda.
El tiempo será clave para determinar las consecuencias sobre el petróleo y su precio
"Las consecuencias variarán según pase el tiempo, con un impacto inicial en los transportes y los servicios, probablemente seguido por la industria china y finalmente por las exportaciones y la economía en su conjunto", auguró la agencia.
Después del descenso de la demanda previsto para el primer trimestre, el primero desde la segunda mitad de 2009, en plena crisis financiera global, se espera una normalización en el tercer trimestre del año, "probablemente beneficiada por las medidas de estímulo económico de China".
La AIE (al igual que la EIA) parte de un escenario, basado en el estallido del SARS en 2003, en el que la epidemia pueda ser controlada antes del verano, si bien cree que "hay pocas dudas de que el virus tendrá un impacto mayor sobre la economía y el petróleo que el SARS", debido al mayor impacto global de una ralentización en China.
El documento subraya los efectos del covid-19 sobre el transporte aéreo, especialmente en China, cuyo tráfico de vuelos internacionales cayó un 70% y de vuelos nacionales un 50% en las primeras fases de la emergencia sanitaria, con los consiguientes efectos sobre el consumo de petróleo.
Las negativas predicciones de la AIE se suman al informe de la OPEP conocido este miércoles que predijo el consumo de petróleo en 2020 será un 19% inferior al calculado hasta ahora. Además, esto coincidió con el dato de inventarios en EEUU que mostró un aumento de 7,46 millones de barriles en una semana. Este es mayor aumento de los inventarios desde noviembre de 2019, según publican los analistas de ING en una nota este jueves.
Así las cosas, el precio del petróleo Brento cotiza ligeramente por encima de los 55 dólares. El barril se revaloriza alrededor de un 1% en la jornada. Por su parte, el West Texas, de referencia en EEUU, sube cerca de un 1% y se sitúa ligeramente por encima de los 51 dólares.