No existe una mayor amenaza actual para el orden económico liberal que la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Los aranceles prohibitivos de Estados Unidos a los vehículos eléctricos chinos, emulados por la Unión Europea y otros, son la salva más reciente. Si el presidente Trump es reelegido, promete un arancel adicional del 60% a China y del 10% a todos los socios comerciales, lo que puede dar el golpe de gracia a una Organización Mundial del Comercio en apuros.