Durante los últimos meses estamos viviendo tiempos inciertos, en los que casi cada actividad humana que imaginemos se ha visto trastocada. La pandemia nos ha obligado a repensar, incluso, lo más cotidiano de nuestras vidas. Después del confinamiento y las primeras fases de vuelta a la 'normalidad' estamos redefiniendo nuestra cotidianidad y, en ella, el transporte, al ser una actividad intermedia necesaria para que podamos llevar a cabo casi todas las demás actividades de nuestro día a día, es una de las que más han sufrido.