No cabe duda de que la pandemia ha golpeado a la mayoría de los sectores que constituyen la economía española y el deporte no ha sido una excepción. La industria de los gimnasios, compuesta por centros deportivos municipales de gestión directa e indirecta, cadenas de complejos privados, gimnasios de barrio y clubes sociales redujeron su facturación, de media, un 40% en 2020, con la consecuente destrucción de valor que unido al aumento del endeudamiento, puede suponer, en algunos casos, un problema para continuar con la actividad a medio plazo.