
No cabe duda de que la pandemia ha golpeado a la mayoría de los sectores que constituyen la economía española y el deporte no ha sido una excepción. La industria de los gimnasios, compuesta por centros deportivos municipales de gestión directa e indirecta, cadenas de complejos privados, gimnasios de barrio y clubes sociales redujeron su facturación, de media, un 40% en 2020, con la consecuente destrucción de valor que unido al aumento del endeudamiento, puede suponer, en algunos casos, un problema para continuar con la actividad a medio plazo.
Esta crisis ha supuesto un obstáculo, que no un freno, en el desarrollo de este joven sector. Es el momento de aprovechar el trinomio formado por salud, nutrición y deporte para recuperar la senda del crecimiento y acometer los actuales retos que tiene el sector: la omnicanalidad, el entrenamiento outdoor, el home fitness, la digitalización y la sostenibilidad.
El sector fitness tiene la oportunidad de salir reforzado de esta crisis ya que el bienestar físico y mental ha ganado relevancia tras el confinamiento. Las empresas de la industria se muestran optimistas y prevén un aumento del 24% de sus ingresos en 2021 y una recuperación completa de la facturación pre-Covid entre finales de 2022 y principios de 2023, según se desprende del último informe sectorial elaborado por BDO.
Capitalizar esta oportunidad exigirá a los gestores de centros deportivos un nuevo esfuerzo en términos de oferta y servicios. Los gimnasios deben anticiparse a las nuevas tendencias que se han acelerado en los últimos meses, en especial, la omnicanalidad (entrenamiento outdoor, el home fitness…), que tal y como apuntan un 55% de los gestores, seguirá creciendo. La incorporación de otros segmentos de la salud, como el asesoramiento nutricional, fisioterapia e, incluso, el bienestar mental, es otro de los principales retos del sector para fidelizar al cliente, recuperar al usuario perdido y ganar cuota de mercado entre nuestros mayores (población con mayor poder adquisitivo que los jóvenes, más tiempo libre y que necesita actividad física por prescripción médica).
Asimismo, para lograr la profesionalización del sector, los gimnasios deben apoyarse en dos de las tendencias que más se han acelerado durante la pandemia: la digitalización y la sostenibilidad.
Estos dos vectores serán determinantes para ofrecer al cliente un servicio personalizado 360 grados que estimule la recuperación económica de la industria. Estas dos tendencias emergentes también resultan esenciales para que el sector fitness acceda y justifique su acceso a los Fondos Europeos de Recuperación Next Generation, una oportunidad única que el sector no debe dejar escapar. Estos Fondos deben ser vistos como un trampolín para acelerar los retos pendientes que la pandemia ha convertido en asignaturas obligatorias. Contar con instalaciones más sostenibles no sólo es una opción para ser más eficientes en los costes, sino una obligación. Y la digitalización, a estas alturas, no sólo puede concebirse como un todo, sino que debe estar en el centro de las estrategias de los gimnasios.
A pesar de que las previsiones resultan positivas y los expertos vaticinan que la recuperación a niveles anteriores a la Covid-19 llegará en 2023, aguantar hasta ese momento no será sencillo y no todos lo conseguirán. En este sentido, se ha acelerado el proceso de concentración, que ya venía manifestándose desde antes de la pandemia debido al atractivo inversor del sector, por el elevado endeudamiento de muchos operadores y la previsible salida del capital de fondos que están finalizando su ciclo de inversión.
En la actualidad, el sector se ha convertido en un caldo de cultivo para que se acelere la expansión de los principales operadores dispuestos a liderar el proceso de concentración del sector, la firma de operaciones corporativas (M&A) o la entrada o salida de fondos de inversión en la propiedad de las gestoras de centros deportivos en este sector, entre otras.
En definitiva, es el momento de que el sector fitness trence alianzas para capitalizar esta oportunidad que brinda el mercado y, sobre todo, aprovechar las tendencias emergentes y las herramientas que hoy tiene a su disposición, como los Fondos Europeos Next Generation.