Pedro Sánchez cerró el pasado miércoles un baldío periodo de sesiones en el Congreso, en el que la parálisis política no ha dejado de cerrar ventanas parlamentarias para el presidente del Gobierno. El jefe del Ejecutivo tan solo ha logrado impulsar dos grandes reformas económicas en todo este tiempo: la ley de Paridad y la reforma del subsidio de desempleo, que debió corregir tras un primer fracaso en la Cámara Baja. Es más, esa sequía parlamentaria le ha obligado a exprimir las pocas iniciativas que ha conseguido aprobar. PSOE y Sumar colaron una enmienda en la Ley de Paridad para arrebatar la capacidad de veto fiscal al Senado, en una maniobra poco ortodoxa que el Partido Popular recurrirá ante el Tribunal Constitucional.