El viraje proteccionista impuesto por Donald Trump a la política comercial estadounidense, independientemente de treguas temporales, no es una mera tormenta pasajera. Estamos asistiendo, sin duda, a una reordenación geoeconómica real, un cambio profundo en las placas tectónicas del comercio internacional donde la Unión Europea está aprendiendo a marcar su propio ritmo.

Profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade