Opinión
Tratar sobre la movilidad ferroviaria en Andalucía es abrir un panorama lleno de luces, pero también de sombras. Esta extensa región española, la segunda de España en superficie (87.597 km²) y la primera en población (8,7 millones de habitantes), vio por vez primera el cambio de la configuración ferroviaria de nuestro ferrocarril con la inauguración en 1992 de la línea de alta velocidad que unió Madrid y Sevilla.