Marta González es redactora en elEconomista.es, donde se incorporó en junio de 2021. Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, le interesa el medioambiente y escribe sobre temas variados, desde startups y criptomonedas hasta barcos.

En los últimos años, las baterías de iones de litio se han convertido en un elemento esencial en la transición hacía una economía neutra en carbono porque evitan que los vehículos eléctricos emitan gases de efecto invernadero, los principales causantes del cambio climático. Sin embargo, también presentan un gran inconveniente: a día de hoy, la técnica que se utiliza para reutilizarlas, conocida como combustión controlada, es sumamente contaminante. A este problema podrían haber dado solución los científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley. Y de paso también habrían conseguido abaratar su precio, sumamente elevado por la escasez de mundial de metales como el litio, el níquel y el cobalto.

Tras encadenar importantes aumentos de beneficios desde 2009 gracias a las diversas redes sociales que posee y los ingresos por publicidad, Meta decidió abrazar el metaverso 2021, pero a un alto precio. Mientras gastaba millones de dólares en el desarrollo de esta tecnología, llegó la inflación y, con ella, las subidas de tipos de interés acometidas por la Reserva Federal de EEUU (Fed, por sus siglas en inglés) y la incertidumbre económica. Consciente del impacto que todo esto iba a tener en sus resultados de 2022, la empresa matriz de Facebook anunció en noviembre el despido de 11.000 empleados, el 13% de su plantilla. Sin embargo, esta medida no le ha salido nada barata a la compañía que dirige Mark Zuckerberg.

Desde el pasado noviembre, los despidos se han convertido en la nueva normalidad para los gigantes tecnológicos. Los últimos en sumarse a esta ola han sido IBM y SAP al anunciar esta semana que suprimirán 3.900 y 3.000 puestos de trabajo, respectivamente. En total, el sector ha destruido casi 200.000 empleos. Aunque sorprendentes, estas cifras están muy lejos del número de contrataciones que llevaron a cabo estas compañías durante la pandemia.

El comercio mundial se enfrenta a un nuevo enemigo: la lucha contra el cambio climático. El compromiso de los gobiernos con esta causa está dando lugar a nuevas políticas que entran en conflicto con las alianzas internacionales y el statu quo imperante hasta la fecha. Una tensión que podría derivar en guerras comerciales transfronterizas más frecuentes.

En diciembre de 2022, la inflación de Pakistán se situó en el 24,5%, mientras que sus reservas de divisas rondaban los 5.800 millones de dólares, la mitad que un año antes. En menos de un mes, esa cifra se redujo hasta los 4.343 millones de dólares, el equivalente al pago de tres semanas de importaciones, según datos del Banco Estatal de Pakistán (SBP). A todo esto se suman, además, los apagones que ha sufrido el país recientemente -los cuales han llegado a dejar sin electricidad a cerca de 220 millones de personas- y el hecho de que no está recibiendo ayuda por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). Como resultado, la nación asiática se encuentra al borde del colapso.

En agosto del año pasado, el Gobierno de Reino Unido avisó de que la escasez de gas, combinada con el frío, podría provocar que se tuvieran que activar medidas de emergencia, entre ellas apagones de varios días. Aunque este escenario tan terrible no se ha materializado todavía, sigue siendo una posibilidad y, por ello, el operador del sistema eléctrico británico, National Grid, acaba de anunciar que pagará a los consumidores que reduzcan su consumo energético en las horas en las que la demanda es más alta.

En diciembre de 2022, la inflación en EEUU se situó en el 6,5%, seis décimas menos que la tasa registrada en noviembre, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales estadounidense. Sin embargo, este descenso no se dejó sentir en el precio de los huevos, más bien todo lo contrario: se incrementó un 11,1% con respecto al mes anterior y un 137% si se compara con el mismo periodo de 2021. En concreto, la caja de doce huevos llegó a estar en 4,25 dólares de media, una cifra que ascendía hasta los 17,99 dólares en el caso de los huevos ecológicos de algunas tiendas gourmet de Nueva York. Ante esta situación, muchos consumidores optaron por buscar alternativas más baratas, entre ellas el contrabando con proveedores mexicanos, cuyos precios no superaban los 2,20 dólares.

La senda de crecimiento iniciada por la India el año pasado sitúa al país como un punto brillante en un año marcado por una recesión que afectará a un tercio de la economía mundial, según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, ese avance podría verse interrumpido por el endeudamiento de sus socios comerciales regionales y los "desafíos globales que se están acumulando".

Hace escaso un mes que OpenAI cambió internet y nuestras vida con ChatGPT, una Inteligencia Artificial (IA) gratuita en forma de chatbot que puede responder casi cualquier pregunta. En tan solo cinco días, la plataforma consiguió un millón de usuarios. Ahora, su creadora está en conversaciones para obtener capital para seguir desarrollando su software. De conseguirlo, la valoración de la startup alcanzaría los 29.000 millones de dólares.

Si en algo coinciden casi todos los gobiernos y organismos internacionales del mundo es en que la transición energética es clave para frenar, o al menos mitigar, los efectos del cambio climático. Para alcanzar este objetivo, es necesario que numerosos sectores abandonen los combustibles fósiles y abracen la electrificación. La industria automovilística es uno de ellos. En su caso, Corea del Sur, Japón y China jugarán un papel esencial. En especial este último, con seis de sus empresas entre los 10 principales proveedores del mundo y una cuota de mercado del 60,5%.