
El proceso de desinflación que dio comienzo en julio sigue adelante en EEUU. El IPC ha vuelto a perder impulso y reduce su tasa de crecimiento hasta el 6,5% en diciembre (frente al 7,1% de noviembre), unos niveles que no se veían desde octubre de 2021 (en general, el dato está en línea con lo esperado por los expertos). La inflación subyacente también modera su ritmo y se sitúa en el 5,7%, según el comunicado de la Oficina Laboral de Estadísticas (BLS).
Entre los componentes que más destacan están los coches usados, cuyo precio ha caído un 8,8% interanual. En términos anuales, también destaca la caída de la gasolina, que hoy se encuentra un 1,5% más barata que hace un año, pese al 'terremoto' que ha generado la invasión de Rusia a Ucrania en el mercado de materias primas. Por el lado de las subidas destacan los servicios de transporte (14,6% arriba), el gas (que sube un 19,3%) y el fuel oil que se usa para las calderas, hornos... se dispara un 41%.
En términos mensuales, la inflación se ha reducido un 0,1% (respecto a noviembre), lo que deja entrever que la desaceleración de los precios está siendo relativamente intensa. Los datos mensuales suelen ser útiles para conocer cómo de viva están las fuerzas inflacionarias.
En este caso, pese a que el dato mensual ha sido negativo (-01%), buena parte de la caída se debe a la energía (un componente muy volátil), por lo que hay que analizar con cautela la caída mensual de la inflación, puesto que puede llevar a conclusiones erróneas. La 'guerra' contra la inflación aún no ha terminado, aunque la Fed reduzca el ritmo de las subidas de tipos, el precio del dinero podría mantenerse en niveles elevados varios trimestres o incluso años.
Siguiendo con los datos mensuales (lo que ha subido o bajado cada componente respecto al mes anterior), destaca la caída generalizada de todos los combustibles, los coches nuevos (-0,1%) y los usados (-2,5%). Por el contrario, sube la comida (0,3%), la ropa (0,5%) y la vivienda/alquiler (0,8%).
Este era el dato más esperado de la semana y, probablemente, del mes. La moderación de los precios abre la puerta a que la Reserva Federal modere las subidas de tipos, lo que a su vez incrementa las probabilidades de que se produzca un aterrizaje suave en la economía de EEUU. Esto quiere decir que, aunque la actividad pierda impulso, el PIB podría esquivar la recesión. Estas expectativas dan alas a las bolsas, a la par que también están reanimando al petróleo.
"Para la Fed, sin duda, es una buena noticia que la tasa de inflación vuelva a estar muy por debajo de su máximo y, sobre todo, siga avanzando en la dirección correcta. Esto debería respaldar la opinión de que la Fed ahora puede arreglárselas con aumentos de tipos más pequeños", señalan los analistas de Commerzbank en una nota rápida. No obstante, estos expertos piden cautela, puesto que la euforia en los mercados ejerce una fuerza contraria a la que quiere imponer la Fed (endurecer las condiciones financieras), por lo que no se puede descartar aún por completo una subida de 50 puntos básicos, aunque es cierto que los 25 han ido ganando terreno en los últimos días.
¿Por qué importante tanto la inflación a los mercados?
Los analistas de Deutsche Bank recuerdan que en 2022, el mejor día del año para el S&P 500 fue el 10 de noviembre (+5,54%), el día que se publicó la inflación de octubre: el día en el que el IPC general mensual estuvo por debajo de las expectativas de todos los economistas en Bloomberg. Por el contrario, lo peor para la bolsa llegó el 13 de septiembre (-4,32%), el día de la publicación del IPC de agosto, cuando el dato subyacente mensual de +0,6% doblegó las expectativas del consenso.
Un IPC más alto de lo esperado suele forzar el ritmo de subidas de tipos de la Fed (y de reducción del balance), lo que afecta sobremanera a las expectativas de crecimiento y, por ende, a los activos de riesgo, cuyo precio descuenta en parte los beneficios futuros. De la misma forma, un IPC por debajo de lo previsto allana el terreno para que la Fed levante el pie del acelerador y pilote un aterrizaje suave de la economía, lo que tiene la capacidad de insuflar 'vida' a los mismos activos de riesgo.
Lo cierto es que hasta las últimas lecturas, el IPC había estado por encima de las expectativas más que por debajo, lo que explicaría el annus horribilis de bolsas y bonos (año 2022). Si ahora la tendencia comienza cambiar y las sorpresas son a la baja (un IPC más bajo de lo esperado), tanto bolsas como bonos podrían comenzar a recuperar parte del terreno perdido.
En esta ocasión, el dato de inflación ha coincidido prácticamente con lo que esperaba el consenso de Bloomberg y del resto de expertos. De modo que los mercados han proseguido la estela de subidas que venían marcando horas antes de la publicación del IPC. Por el contrario, los índices de Wall Street se han teñido de rojo tras una apertura alcista. El bono americano a 10 años sube de precio (su rentabilidad cae por debajo del 3,5%). El euro avanza contra el dólar y se encarama a los 1,08 dólares por unidad de la divisa europea. Otros activos de riesgo como el petróleo o las criptodivisas se anotan subidas contundentes en la jornada.