La senda de crecimiento iniciada por la India el año pasado sitúa al país como un punto brillante en un año marcado por una recesión que afectará a un tercio de la economía mundial, según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, ese avance podría verse interrumpido por el endeudamiento de sus socios comerciales regionales y los "desafíos globales que se están acumulando".
Así lo cree que el gobernador del Banco de la Reserva de la India (RBI), Shaktikanta Das, quien advierte también de que "no hay lugar para la complacencia" porque, aunque "la nación está mejor situada -en términos generales- que casi todos los demás países", es casi seguro que la ralentización mundial "tendrá sus efectos indirectos y su impacto" en la economía india.
Una de las relaciones comerciales de la India que podría estar en peligro es la que tiene con Sri Lanka. En 2022, el país asiático se convirtió en el primero de la región en incurrir en el impago de su deuda en décadas debido a la crisis económica y política en la que se vio inmerso. De cara a 2023, la nación espera que sigan aumentando los precios y se mantenga la escasez de productos básicos y medicamentos, pero confía en cerrar un acuerdo con el FMI para conseguir un préstamo de 2.900 millones de dólares.
Otro de sus socios comerciales en problemas es Pakistán. En diciembre de 2022, la inflación en el país vecino se situó en el 24,5%, mientras que sus reservas de divisas alcanzaron unos niveles alarmantemente bajos: en un año, se redujeron a la mitad, hasta rondar los 11.700 millones de dólares, según datos del banco central pakistaní. A todo esto se suma, además, que tampoco está recibiendo ayuda por parte de la institución que preside Kristalina Georgieva. Al parecer, el FMI habría decidido retrasar el desembolso de un tramo del rescate de 1.100 millones de dólares por diferencias con el Gobierno de Arif Alvi, según medios internacionales.
Bangladesh también entraría en la lista. Al igual que Sri Lanka y Pakistán, el país asiático se vio obligado a recurrir el año pasado al FMI ante la escalada de precios, la crisis energética y la ralentización de la demanda mundial, de la cual es sumamente dependiente pues su economía se basa en las exportaciones. En concreto, llegó a un acuerdo preliminar en noviembre con la institución financiera para recibir un paquete de ayuda de 4.500 millones de dólares en siete plazos hasta diciembre de 2026, según The Hindu.
La economía india fue de las que más creció
Por el contrario, la India fue una de las economías que más creció en 2022. Esto se debe a las medidas fiscales aplicadas por el Gobierno de Narendra Modi para hacer frente a la pandemia, así como a la política monetaria del banco central del país, centrada en conseguir una depreciación ordenada y limitada en el tiempo, detalla Das. En su opinión, es ese enfoque relativamente conservador del gasto en estímulos lo que ha contribuido a contener la inflación.
Asimismo, considera que las reservas de divisas ayudaron a impulsar la confianza de los inversores extranjeros. En la actualidad, rondan los 563.000 millones de dólares -unos 79.000 millones menos que el máximo alcanzado en el año 2021-, un nivel "muy cómodo", según Das, pues equivale a 9 meses de las importaciones previstas del país y al 92% de su deuda externa, publica el Financial Times.
Por el momento, las perspectivas del Banco de la Reserva de la India para el año fiscal que concluye en marzo de 2023 apuntan a un crecimiento del PIB del 7,2%, frente al 8,7% registrado en el periodo 2021-2022. Por su parte, el Banco Mundial ha revisado recientemente al alza su previsión, pasando del 6,5% al 6,9%.