María Malaxechevarría
El principal desafío energético y medioambiental que el planeta tiene encima de la mesa es responder de manera adecuada a la necesidad de descarbonizar la economía: se tiene que cambiar el modelo actual hacia a un modelo energético libre de emisiones de CO2, de manera que los ciudadanos puedan cubrir sus necesidades energéticas de una forma eficiente y sostenible. Y esto ha de hacerse sin perder de vista otros dos objetivos fundamentales (que a veces han parecido olvidados): asegurar el suministro de energía, y mantener un precio competitivo para ésta.