Hace ya más de año y medio -desde agosto de 2022- que las entidades financieras españolas empezaron a preguntar a sus clientes si tenían "preferencias de sostenibilidad" a la hora de realizar sus inversiones. A aquello se le denominó en la industria green MiFID, ya que implicaba añadir preguntas sobre inversión verde o responsable al test de idoneidad que ya había introducido MiFID (la Directiva europea de los Mercados de Instrumentos Financieros). Se esperaba que este fuese un paso crítico para que la inversión ESG (aquella que se realiza en base a los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo) aterrizase en las carteras de los inversores retail. Todas las noticias sobre inversión sostenible en elEconomista ESG.