Lucrezia Reichlin
L a victoria de Emmanuel Macron en las presidenciales del 7 de mayo desencadenó una ola de optimismo sobre el futuro de la Unión Europea y la eurozona en concreto. En parte, se debe a que Macron presentó una campaña inequívocamente pro-UE y fue recompensado por ello, pero también es porque la amenaza de un gobierno populista en uno de los estados fundadores de la UE es historia, al menos por ahora.