El mayor capital fijo que históricamente acumulamos los humanos es nuestro patrimonio construido. Desde el neolítico, cuando abandonamos las cavernas y cobijos naturales para construir nuestras cabañas, viviendas, edificios, pueblos y ciudades, éstas constituyen nuestra mayor inversión, tanto en recursos como en ilusiones, esperanzas y proyectos para mejorar nuestra calidad de vida y la de las siguientes generaciones.

Presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE)