Las cifras están claras desde que todos los bancos se aventuraron a publicar la sensibilidad sobre su margen de intereses a una subida de tipos de 100 puntos básicos, a 12 y 24 meses vista. El Banco Central Europeo (BCE) ha puesto fin a once años de sequía en los tipos de interés y ahora anuncia un alza de 50 puntos básicos, y llevará la facilidad de depósito a terreno del 0% de nuevo.

El Gobierno está dispuesto a pegarse un tiro en el pie. El nuevo impuesto anunciado por Pedro Sánchez la semana pasada y que gravará los beneficios de los bancos españoles penalizará, según distintas fuentes de mercado y analistas, el capital de las entidades y, por ende, también su retribución. El Estado cuenta, a través del Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), con un 16,1% del capital de CaixaBank. Solo por la vía del dividendo cobrará unos 720 millones de euros con cargo a los ejercicios 2022 y 2023, donde está incluida ya una posible retribución extraordinaria por parte de la entidad y que provendría del exceso de capital y que, ahora, la nueva tasa, ha puesto en riesgo. Esta cantidad es prácticamente la misma que ingresaría a través del impuestazo, que se calcula en unos 750-800 millones de euros, teniendo en cuenta que CaixaBank sería el banco más afectado.

Opdenergy se convertirá este viernes en el primer estreno en el Mercado Continuo de todo el año y lo hará rompiendo esquemas, gracias a la inclusión de un pequeño tramo para minoristas equivalente al 4% de la colocación (8 millones de euros). La compañía ha fijado este jueves su precio de salida a bolsa, en los 4,75 euros por acción, en la parte baja del rango de valoración que iba desde los 4,75 hasta los 5,4 euros. Finalmente, la compañía contará con una capitalización de 503 millones de euros y de 703 millones después de la ampliación de capital, un año después de haber cancelado su primer intento por estrenarse en el mercado de capitales.

Desde el año 2010 tan solo cinco de las 33 salidas a bolsa que se han producido en el Mercado Continuo han contado con tramo minorista en sus colocaciones (Aena, Bankia, Banca Cívica, Enel Green Power y, ahora, Opdenergy, prevista para este viernes), lo que representa solo un 15% del total después del escándalo que generó el estreno de Bankia en 2011.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sorprendía con el anuncio de un impuesto extraordinario a la banca para recaudar 3.000 millones de euros en el bienio 2022 y 2023, junto a otro tributo a las eléctricas, con los que ayudará a los más vulnerables a encarar la desbocada inflación y cierra además las heridas abiertas con el socio de coalición Unidas Podemos para poder completar la legislatura atendiendo así una petición expresa formulada por la propia la vicepresidenta Yolanda Díaz. La complejidad de un tributo así planteó dudas sobre cómo abordar el diseño en Hacienda y Economía. Y será el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, un técnico y profundo conocedor de la economía y banca, quien sugiera una formulación que convence, según indican a elEconomista.es varias fuentes. Un portavoz del ministerio lo desmintió, sin embargo, ayer de forma tajante.

El sector bancario acumula tres sesiones consecutivas una subida media del 8% a la espera de la decisión del Banco Central Europeo (BCE) este jueves en una reunión en la que podría llegar a aprobar un alza de los tipos de interés de 50 puntos básicos, el doble de lo inicialmente previsto. La cuestión es que todavía queda mucho camino por desandar para volver a los niveles máximos conquistados en junio por la banca doméstica, que junto a BBVA y Santander, asume pérdidas del 15% desde entonces a pesar de las últimas subidas descontando el riesgo de recesión.

Opdenergy ha despertado una enorme expectación al convertirse en la primera salida a bolsa en 2022 y la primera a la que podrán acudir los inversores minoristas desde el debut de Aena en 2015. La firma solar navarra, que pospuso su debut en 2021, volverá a intentarlo este viernes levantando la modesta cantidad de 200 millones de euros. Luis Cid, CEO de la compañía, charla con elEconomista.es de lo que supone este debut.

La situación en Rusia podría dar una vuelta más de guion tras la decisión de H&M de abandonar el país de manera definitiva. Según anunció ayer la multinacional sueca, el cierre temporal de tiendas ha dado paso a su salida del país y el impacto en resultado se aplicará a las cuentas del tercer trimestre (se calcula en unos 33,4 millones de euros de ganancias que se dejarán de percibir). La cuestión es que los analistas no descartan que firmas como Inditex puedan también seguir sus pasos.

Las cotizadas españolas están aprovechando estos dos años de pandemia para ampliar significativamente su retribución al accionista mediante otras fórmulas alternativas más allá del dividendo, como la recompra de acciones propias. Además, es una fórmula muy ventajosa teniendo en cuenta que compran títulos a precios de derribo -dadas las turbulencias que existen en el mercado- y reducen la base accionarial para el reparto de futuros dividendos, lo que disminuirá las salidas de caja en los años venideros. Según datos elaborados por Bolsas y Mercados Españoles (BME), la autocartera de las 35 firmas del Ibex alcanzó a cierre del primer semestre máximos de la última década (el último dato disponible es de 2013), en el 1,35%. Del mismo modo, la amortización de acciones superó por primera vez los 7.600 millones de euros entre todas las firmas del Mercado Continuo.