22/07/2022, 06:00
Fri, 22 Jul 2022 06:00:00 +0200
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El Gobierno está dispuesto a pegarse un tiro en el pie. El nuevo impuesto anunciado por Pedro Sánchez la semana pasada y que gravará los beneficios de los bancos españoles penalizará, según distintas fuentes de mercado y analistas, el capital de las entidades y, por ende, también su retribución. El Estado cuenta, a través del Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), con un 16,1% del capital de CaixaBank. Solo por la vía del dividendo cobrará unos 720 millones de euros con cargo a los ejercicios 2022 y 2023, donde está incluida ya una posible retribución extraordinaria por parte de la entidad y que provendría del exceso de capital y que, ahora, la nueva tasa, ha puesto en riesgo. Esta cantidad es prácticamente la misma que ingresaría a través del impuestazo, que se calcula en unos 750-800 millones de euros, teniendo en cuenta que CaixaBank sería el banco más afectado.