
El sector bancario acumula tres sesiones consecutivas una subida media del 8% a la espera de la decisión del Banco Central Europeo (BCE) este jueves en una reunión en la que podría llegar a aprobar un alza de los tipos de interés de 50 puntos básicos, el doble de lo inicialmente previsto. La cuestión es que todavía queda mucho camino por desandar para volver a los niveles máximos conquistados en junio por la banca doméstica, que junto a BBVA y Santander, asume pérdidas del 15% desde entonces a pesar de las últimas subidas descontando el riesgo de recesión.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, no descartaba este fin de semana en una entrevista concedida a El Correo que España pudiera entrar ya en crecimiento negativo el último trimestre del año y en recesión al finalizar marzo de 2023.
CaixaBank es la entidad más castigada en el mercado, no solo por los temores a una recesión, sino que a ello se ha sumado el impuesto anunciado por el Gobierno hace justo una semana que penalizará el beneficio de las entidades. Está por determinar si esta nueva tasa se aplica sobre la línea de ingresos del sector -margen de intereses y comisiones-.
Este viernes el Ejecutivo se reunirá con las entidades para dar más detalles de la medida. En cualquier caso, dada la cuota de mercado de CaixaBank será la entidad más beneficiada por la subida de tipos y, a la vez, la más perjudicada por el impuestazo del Gobierno, que le costará 400 millones de euros por año este bienio. Desde los máximos de junio, en 3,59 euros, sus títulos acumulan un recorte del 19%, a pesar de que ya han rebotado un 10% en tres sesiones.
Sabadell es la entidad más bajista desde finales de junio, con una caída del 24%. Sube un 9% en tres días.