En el Monopoly, el juego de mesa de Hasbro, la banca no puede perder. En las versiones más antiguas, el reglamento detalla incluso que si llegara a quedarse sin dinero, se generarán más billetes aunque sea apuntando en un papel la cantidad. Algo parecido a la banca del Monopoly parece estar sucediéndoles a las firmas financieras de Europa. Después de ganar a espuertas con las subidas de los tipos de interés del Banco Central Europeo, ahora los prestamistas han encontrado muchas formas de paliar los recortes y seguir manteniendo sus ingresos récord. Uno de los caminos más desconocidos y que está siendo una fuente inesperada de crecimiento ha sido su capacidad para aprovechar la incertidumbre de los mercados en un primer semestre caótico.