Energía

Suecia levanta la prohibición de extraer uranio en su país para reducir la dependencia de las importaciones y expandir la energía nuclear

  • Desde el 1 de enero se podrán abrir minas del actínido
  • Un tercio de la producción eléctrica proviene de reactores
  • Estocolmo quiere expandir la construcción de nuevas centrales
Central nuclear de Forsmark, Suecia / Vatenfall.

El Gobierno de Suecia ha propuesto eliminar el veto a la extracción de uranio. El país que descubrió las tierras raras da carpetazo a su política ambiental ante la expansión de la energía nuclear. El objetivo de Estocolmo es reducir la dependencia de las importaciones del elemento químico. Según recoge Bloomberg, la reforma legal surtirá efecto a partir del 1 de enero y llega en un momento marcado por la transición energética y la amenaza de incumplimiento de los Acuerdos de París. Actualmente, un tercio de la electricidad consumida por Suecia proviene de sus seis reactores y la compañía nacional, Vatenfall, planea construir más centrales en los próximos años.

"Quiero reducir esta vulnerabilidad en nuestro suministro energético y empezar a extraer el uranio que tenemos aquí en Suecia", ha declarado la ministra de Medioambiente y Clima, Romina Pourmokhtari. El comunicado del Gobierno nórdico llega el mismo día que la mayor petrolera de Occidente ha alertado de que no se está reduciendo los niveles de emisiones de gases con efecto invernadero.

Exxon, que fue una de las primeras organizaciones en investigar el impacto del consumo de hidrocarburos en el clima y luego ocultó los datos, ha advertido que el aumento del consumo de carbón en la cesta energética mundial pone en jaque la estrategia aprobada por en el Acuerdo de París. Según la compañía estadounidense, al ritmo actual, las emisiones se reducirán para 2050 en un cuarto de los niveles actuales, mientras que la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas había estimado que era necesario eliminar dos tercios de los gases para cumplir el límite de calentamiento climático.

Ante la dependencia energética de otros países y la necesidad de aumentar la transición energética, los países europeos están virando hacia la tecnología nuclear como una fuente de respaldo. Las centrales atómicas no emiten gases de efecto invernadero al producir electricidad, sin embargo, suponen un enorme lastre medioambiental por la construcción de las plantas y el tratamiento de los residuos radiactivos. Además de Suecia, otros países que han planteado aumentar la producción son Países Bajos, Francia o República Checa. Polonia e Italia también quieren levantar el veto a la energía atómica y España está considerando prorrogar sus centrales nucleares.

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