El ministro para la Transformación Digital y la Función Pública, Óscar López, planteó ayer un nuevo mecanismo para que los altos funcionarios accedan a trabajar en el Estado. En vez del actual sistema de oposiciones que suele consistir en exámenes y una evaluación de méritos profesionales, el Gobierno propone que los aspirantes realicen una prueba de acceso a un programa formativo de dos años equivalente a un máster. Una vez cursado dicho plan, los egresados se examinarían nuevamente en una suerte de Selectividad. El Estado escogería finalmente a quienes tuvieran las mejores notas.