Tras la revisión del BCE
Sin apenas tiempo para celebrar el final de la difícil negociación entre Grecia y los acreedores de la eurozona, a ratos con tintes de pelea callejera, los gerifaltes europeos han regresado de sus cortas vacaciones con sombras que podrían llegar a convertirse en serias amenazas. La desaceleración de China, las turbulencias procedentes de las economías emergentes, el riesgo de algún pinchazo deflacionario, la posibilidad de una subida de tipos por parte de la Reserva Federal, e incluso baches en la aplicación del programa griego, con nuevas elecciones el 20 de septiembre, han complicado el aterrizaje de los gobiernos de la eurozona en la apertura del curso político.