Tras la revisión del BCE

Sin apenas tiempo para celebrar el final de la difícil negociación entre Grecia y los acreedores de la eurozona, a ratos con tintes de pelea callejera, los gerifaltes europeos han regresado de sus cortas vacaciones con sombras que podrían llegar a convertirse en serias amenazas. La desaceleración de China, las turbulencias procedentes de las economías emergentes, el riesgo de algún pinchazo deflacionario, la posibilidad de una subida de tipos por parte de la Reserva Federal, e incluso baches en la aplicación del programa griego, con nuevas elecciones el 20 de septiembre, han complicado el aterrizaje de los gobiernos de la eurozona en la apertura del curso político.

Otra encrucijada

La falta de una política coherente europea para gestionar la migración ha convertido lo que debería ser una oportunidad para paliar los riesgos del envejecimiento de Europa en una crisis mastodóntica. Más aún porque, como subrayan numerosos estudios e insisten los expertos, la UE necesitará una buena proporción de trabajadores foráneos para amortiguar la reducción de su fuerza laboral, y así costear el Estado de Bienestar.

Suavizan el leguaje

A pesar de la convocatoria de unas elecciones para dentro de 20 días en Grecia, la llegada de un Gobierno interino y el parón que supondrá la campaña política, los acreedores europeos se muestran confiados en que Grecia va a cumplir con la pila de exigentes demandas que tiene para octubre. El portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, apuntó ayer lunes que la institución está "feliz por ver continuidad en los dossieres claves" en el nuevo Ejecutivo heleno, incluida la cartera de Finanzas, lo que es una "buena señal" para el cumplimiento del nuevo programa de rescate.

Los expertos estudiarán medidas para evitar ataques

La intentona terrorista del pasado 21 de agosto en un tren de alta velocidad, que unía Ámsterdam con París, ha vuelto a poner en jaque a las fuerzas de seguridad europea justo en un momento en el que la libertad de movimientos en la UE es cuestionada desde algunos rincones. Pero antes de que el debate termine por poner el espacio Schengen contra las cuerdas, Europa mira a España para buscar soluciones.

Tras el Luxleaks

El impacto del escándalo de los ventajosos acuerdos fiscales de Luxemburgo con más de 340 multinacionales, la relevancia dada por el G7 y el G20 a la lucha contra los paraísos fiscales y la fuga de capitales, y la necesidad de reforzar las maltrechas arcas públicas pueden conseguir lo que hasta ahora ha sido casi un milagro: traer la luz a los rincones más oscuros de los sistemas fiscales en Europa y terminar con la competencia fiscal desleal en la UE.

Hasta 2018

Contra todo pronóstico, Grecia y sus acreedores europeos culminaron el pasado 19 de agosto las agitadas negociaciones para un tercer rescate con la firma del nuevo memorando de entendimiento, el programa de reformas y ajustes que Atenas deberá aplicar hasta 2018 a cambio de los 86.000 millones que necesita para cubrir sus necesidades financieras.

Comienza la selección de personal

Todavía con el sabor de la derrota en la boca, por haber perdido la presidencia del Eurogrupo, España está empujando por intentar llevarse un mínimo premio de consolación. La mano se la juega en la elección de los miembros del comité de inversión del conocido como 'plan Juncker'.

calma tensa

La Comisión Europea envió ayer un mensaje político de apoyo al Gobierno griego, con el objetivo último de mantener encarrilado el proceso para cerrar un tercer paquete de ayuda. Ello pese a que la negociación del rescate puede durar más de lo previsto y requerir un nuevo crédito puente.

tragedia helena

El camino que tiene Grecia es aún largo y empinado. Pero ayer el país respiró algo más aliviado, al recuperar un reflejo de la normalidad perdida hace tres semanas. Los bancos helenos abrieron sus puertas, aunque los controles de capital continuaron en funcionamiento. Además, el Gobierno griego cubrió sus deudas con el FMI, a quien debía unos 2.000 millones, y pagó al BCE los 3.500 millones que vencían ayer, y cuya falta podría haber derivado en su salida de la eurozona.