La matriz de Google, Alphabet, ha presentado los resultados correspondientes al último trimestre de su año fiscal, y los inversores se han quedado bastante fríos con los datos de la nube, una de sus principales apuestas de crecimiento. Una decepción que se ha visto multiplicada por el enorme aumento de la inversión en IA para intentar defender su 'corona' del mercado de búsquedas, y que ha llevado a la compañía a caer con fuerza y arrastrar a otras de sus pares.