La reforma laboral ha encontrado su particular 'prueba del algodón' en los profesores, que siguen sufriendo una de las peores caras de la estacionalidad del mercado laboral español. Entre mayo y agosto, la educación perdió 221.834 afiliados medios, un 19,71%. La norma pretendía acabar con la práctica de rescindir los contratos de estos profesionales para no pagarles el sueldo durante las vacaciones. Pero los empleadores han encontrado una alternativa para seguir haciéndolo en los fijos discontinuos. Ello a pese a que la justicia rechaza que dicha modalidad contractual se aplique a esta actividad, el Gobierno la persigue como un fraude laboral y la patronal y los sindicatos la han vetado en su convenio colectivo.