Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Al Ibex volar por encima de los 16.000 puntos. A la economía española a las puertas de la Champion League. Dos crisis de las gordas en las muescas del revolver del Tuco. Francotirador de cualquier tema que huela a burbuja. En elEconomista.es desde 2016 y siempre en la trinchera de Internet. Chiflado del cine, por si no se nota.

El PIB de 2022 contó con una herencia recibida histórica en forma de efecto arrastre. Este fenómeno explica 3,6 puntos porcentuales del crecimiento del pasado ejercicio. Nunca antes había ocurrido nada parecido y se debe a la intensa actividad que experimentó la economía en 2021, tras el impacto de la pandemia, y a la ilusión estadística que se genera a la hora de calcular el PIB anual de una economía.

La revisión al alza del Banco de España de tres décimas hasta el 1,6% para el PIB de este año recoge el "efecto arrastre" de los profundos retoques del INE para el crecimiento de 2022. A partir de ahí, se terminaron las buenas noticias para la economía española. El organismo recorta sus previsiones para el consumo privado, el gasto en inversiones, exportaciones y aumenta su visión sobre la inflación subyacente y el precio de los alimentos. Aunque reconoce que la economía se ha comportado mejor de lo esperado, apunta a que cada vez más el gasto de familias y empresas se está viendo perjudicado por la inflación.

La Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) cae de nuevo en un escándalo relacionado con el níquel, y todo apunta a un enorme fraude. JP Morgan adquirió nueve contratos de 54 toneladas de níquel. Nada fuera de lo habitual, para el banco de inversión más importante de este mercado. El problema es que no adquirió níquel, sino piedras. 54 toneladas de piedras.

El respaldo de 50.000 millones de dólares del Banco Nacional de Suiza (SNB, por las siglas en inglés) no lleva ninguna exigencia, ni condicionante. Pero el mercado pide más que solvencia y apoyo financiero a Credit Suisse. Lejos de ser un problema de liquidez como el que tumbó a Silicon Valley Bank, la entidad de más de 160 años tiene puesto en solfa su futuro. En menos de dos años, los distintos banqueros que han estado al mando del banco han presentado tres planes de salvación y ninguno ha convencido.

Inversión

La Reserva Federal está estudiando endurecer la supervisión y la normativa para la banca regional, para evitar que en el futuro sucedan nuevas quiebras bancarias del tipo de Silicon Valley Bank (SVB). En concreto, según avanza Reuters, está revisando los requisitos de capital y liquidez que impone a los bancos, especialmente a aquellos con activos entre 100.000 y 250.000 millones de dólares, los que están fuera del radar del banco central, en estos momentos.

El euríbor a 12 meses, el índice al que están referenciadas la mayoría de hipotecas variables en España, ha caído este martes al 3,509%, un 9% menos que el pasado lunes. Supone la mayor caída desde el pasado mes de julio, justo cuando el BCE inició el actual ciclo alcista de tipos de interés. La caída está propiciada por la crisis bancaria de EEUU. ¿Pero qué conexión tienen las hipotecas con las últimas quiebras financieras?

Tras las quiebras, siempre viene el juego de culpas. Para el colapso de Silicon Valley Bank, y otros dos bancos más, todo apunta a un proceso de desregulación bancaria que comenzó con Donald Trump en 2018. La Reserva Federal también dejó fuera a los bancos regionales la vigilancia de carteras. Y, por supuesto, Silicon Valley Bank aprovechó para asumir más riesgos de los debidos, apenas estaba cubierta la cartera de bonos con derivados financieros.

Las criptodivisas se van quedando sin amigos y cada vez más aisladas del sistema financiero. La caída de Signature Bank es uno de los últimos eslabones que mantenía la conexión abierta entre el ecosistema de divisas digitales con los mercados financieros, con más de 16.000 millones de dólares, y tenía el último sistema de pagos para utilizar dólares con cuentas de criptodivisas. La entidad había emprendido una dieta autoimpuesta para reducir su exposición a depósitos con activos digitales. De forma paradójica, su muerte ha venido propiciada por su cartera de bonos de EEUU.

El mayor dueño de oficinas de Manhattan se ha rendido al actual 'Walking Dead' inmobiliario. La promotora RXR posee la mayor cartera disponible para alquilar de Nueva York y se prepara para devolver las llaves de varios activos al banco. En el sector, el término keys back significa activar la garantía del préstamo hipotecario, que ha permitido adquirir el edificio, y ponerse a negociar los pagos con la entidad financiera. No es un caso aislado ni en la Gran Manzana, ni en el país.